Raúl Crespo

El primer golpe que sufrió Dilma Rousseff, fue la salida de su jefe de gabinete Antonio Palucci, hombre clave desde el gobierno de Luis Ignacio Lula, compañero de lucha de la presidente Dilma Rousseff, acusado de enriquecimiento ilícito. La ex senadora Gleisi Hoffmanm reemplaza a Palucci. Con 6 meses de gobierno no puede ser considerado un problema para el gobierno de Rousseff. No existe desgaste político después de heredar la buena gestión de Lula.

Tampoco es problema que la educación brasileña produzca 428 graduados universitarios por cada 100000 habitantes dice un estudio de Naciones Unidas, no es problema, porque, la situación va a cambiar en los próximos años ya que un mayor numero de brasileñas y brasileños están dispuestos a pagar por educación a pesar que la educación es estatal y su matrícula gratuita.

El negocio de la educación toca la puerta a la mayor economía de la región atraídos por la superación de la pobreza y por la demanda de mano de obra calificada. El negocio de la educación aprovecha que el 80% del presupuesto del gobierno para educación va a parar a la educación primaria y secundaria lo que queda es muy poco para la educación superior.

Proveedores de educación con fines de lucro ya están en Brasil, la firma DeVry de Chicago invirtió en el 2009, 40.4 millones de dólares por el 82.3% de Fanor universidad privada en el estado de Ceara, la firma británica Pearson PLC pago 326 millones de libras esterlinas, 520 millones de dólares por comprar SEB de educación primaria, universitaria y de métodos pedagógicos en Sao Paulo. Brasil dispone de 2000 instituciones educativas con fines de lucro, sin embargo, el estudio de mercado lo considera propicio para una mayor consolidación. El lucro en la educación no fue un problema para Lula tampoco lo será para Rousseff.

Qué problema puede ser que, por primera vez un Latinoamericano el brasileño José Graziano da Silva, dirija la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en momentos que los precios de los alimentos están por las nubes y la deforestación de la Amazonia brasileña está por los 8 millones de hectáreas por año para beneficiar entre otros los cultivos para los biocombustibles y por no controlar la ganadería ni los monocultivos.

Deforestación que si es un problema para la región y el mundo, la Amazonia es el único colchón tropical de esas características que más o menos equilibra los efectos de los cambios climáticos y nos permite ayudarnos con la medicina y la biotecnología, además, la Amazonia limita con otras 8 naciones Sudamericanas que buscan controlar la deforestación. Es un error considerar que por el tamaño el gobierno brasileño puede hacer o deshacer la Amazonia.

Las medidas económicas de control frenan la inflación producida por los capitales especulativos que EEUU, inyecto para beneficiar su economía; estabilidad económica saco de la pobreza a mas de 25 millones de brasileños para situarlos en una frágil clase media lista para ser explotada por Carrefour SA y Casino Groupe, dos enormes trasnacionales minoristas francesas en abierta pugna por fusionar activos brasileños como CBD (companhia brasileira de distribucao) propietaria de la cadena Pao de Acucar, transacción respaldada por BNDES banco de desarrollo estatal) encargada de manejar el dinero del pueblo para ayudar a empresas claves a transformarse en multinacionales. Actualmente en investigación algunas de las fusiones. BNDES respaldo la fusión de Perdigao SA y Sadia SA, cuarto exportador avícola del mundo.

Brasil nuevamente, con esse desarrollo macro económico deberá aprender que la creación de mega compañías perjudica al consumidor final. Bonanza económica donde participan bancos como BTG obtendrían 2500 millones de euros para financiar la fusión, unos 3570 millones de dólares con un 11% de participación para los brasileños.

Hace 2 años Brasil y Francia firmaron un contrato por 12000 millones de dólares para equipo bélico que incluye entre otros la construcción de un submarino nuclear y la fabricación de otro así como de aviones de combate en Brasil, intercambio tecnológico que catapultan a las FFAA brasileñas cuya industria es la quinta en el mundo como proveedora de armas para ejércitos. Brasil busca ser contratista del pentágono, sus fuerzas armadas están en condiciones de desarrollar armas nucleares. Además su política exterior apunta al G8 y a ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Y, este si es un problema moral para la región.

Será por eso que ni Lula ni Rousseff, investigan las desapariciones, asesinatos, torturas, llevadas a cabo por la dictadura militar entre 1964 a 1985. 21 Años de dictadura se presume hubo 500 desapariciones ¿por que Itamaraty ni el Partido de los Trabajadores PT investigan y sancionan a los militares culpables? Brasil es el único país que parecería quiere dejar pasar el abuso militar. Se suponía que al llegar Lula y siendo Rousseff una luchadora social ex guerrillera, presa y torturada, se interesaría por solucionar estos vejámenes contra combatientes por la libertad y dignificar a sus familias, mas aun cuando el Plan Cóndor de la CIA reunió a los militares Latinoamericanos. Los brasileños no fueron la excepción.

Tanto Dilma Rousseff, Lula da Silva y el Partido de los Trabajadores, arman una falacia para no investigar la dictadura militar. Falacia utilizada por Lula presionando al Parlamento por una ley para que se investigue los crímenes de la dictadura. Cuando presidente Lula, ni siquiera quería opinar con José Sarney presidente del Senado sobre el tema.

La presión de las fuerzas armadas es fuerte, además, Lula no acepta que Dilma opte por una línea independiente, Dilma sube, Lula baja y queda en el olvido, pero, esa agitación también busca distraer la investigación sobre corrupción a gente de su gobierno que ya comprometió a Antonio Palucci, hombre fuerte de su gobierno y jefe de gabinete de la presidenta Rousseff.

Lula partió de una visión de la realidad. Sus conclusiones fueron precedidas por la lectura de la industria militar y su enorme poderío, posteriormente, el crecimiento económico motivo a querer llegar como mediador internacional al Consejo Permanente de la ONU y ser miembro del exclusivo grupo de los 8, respaldado por una gran gestión interna.

Esas aspiraciones con Naciones Unidas y con el G8 frenaron la posibilidad, remota por cierto, de investigar a las FFAA, al mismo tiempo que, se firmaban suculentos negocios con EEUU y la promesa de ser contratista del pentágono a cambio de no meterse con el marxismo ni con el bolivarianismo a profundidad.

Así, Lula y Rousseff, aceptaron la dependencia de los países desarrollados con los ricos como condicionante de la situación dramática de América Latina, punto.

Lula como Dilma son alérgicos a los determinismos revolucionarios cuya liberación no es restringida ni clasista, es integral contra el imperialismo como principal opresor.

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