Para el japonés las plantas atómicas son un negocio

 

Agencias

 

La construcción de plantas nucleares continuará pese a la catástrofe de Fukushima (Japón), principalmente en Asia, ya que así lo planean países como Emiratos Árabes Unidos o India, dijo hoy el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el japonés Yukiya Amano.

En una entrevista concedida a Efe en Bogotá con motivo de la gira que realiza por Perú, Chile, Ecuador, Colombia y Argentina, Amano indicó que principalmente en Asia, muchos países están proyectando construir nuevas plantas y van a continuar.

 

Destacó que los emiratíes siguen con el proyecto de levantar la que será la primera planta nuclear con fines pacíficos en el país árabe, o que Vietnam espera en 2014 la construcción de su primera planta nuclear.

«El ritmo (de crecimiento de la construcción de plantas) puede disminuir un poco», admitió, ya que el desastre de Fukushima «afectó la aceptación social de la energía nuclear».

«No podemos tomar los negocios como solíamos, por el momento, la gente está preocupada, entonces tenemos que conseguir resultados concretos (en Fukushima) en un periodo razonable» como 16 u 18 meses, opinó.

La central de Fukushima sufrió graves daños en varios reactores nucleares debido al seísmo y posterior tsunami que sufrió la costa noreste de Japón el pasado marzo, lo que elevó los niveles de radioactividad en el aire y agua de la zona y obligó a las autoridades niponas a desalojarla.

Así las cosas, apostó por una mayor interacción entre la OIEA y la comunidad internacional para conseguir «resultados tangibles», como estabilizar los reactores de la central, los cuales aún emiten fugas radioactivas.

Insistió en la importancia de fortalecer los estándares de seguridad de las centrales nucleares, sobre todo al tener en cuenta que su construcción continuará en países que hasta ahora no disponían de esa tecnología.

Para Amano, las ventajas de la energía nuclear están claras: «no emite gases de efecto invernadero, es muy bueno para prevenir el cambio climático y contribuye a crear una gran cantidad de electricidad».

Subrayó que la tecnología nuclear también puede contribuir a aumentar la producción de alimentos o a curar a los enfermos de cáncer.

«La medicina nuclear y la radioterapia son muy efectivas para el diagnóstico y tratamiento del cáncer», precisó, al tiempo que abogó por incluir en la agenda mundial de la salud el tratamiento de esa enfermedad en los países en desarrollo y ofreció la cooperación de la OIEA para avanzar en ese sentido.

Aclaró que su organismo no pretende «influir en los países con usar o no usar» los distintos aspectos que ofrece la tecnología nuclear.

«Es una decisión de cada país, y si un país decide usar energía nuclear para la producción de electricidad estaremos felices de ayudarles», concluyó.

Después de su visita a Perú, Chile, Ecuador y Colombia, el director de la OIEA concluirá su gira por Suramérica en Argentina, donde está previsto que asista a las celebraciones del vigésimo aniversario de la firma del «acuerdo ABACC», entre Argentina y Brasil.

La Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC) estipula los controles mutuos entre ambos países para garantizar el uso pacífico de sus respectivos programas atómicos.

l japonés Yukiya Amano fue propuesto en 2009 por la Junta de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) como nuevo director general de esta agencia de Naciones Unidas, en sustitución del egipcio Mohamed El Baradei, cuyo mandato de cuatro años expiró en noviembre de ese año.

En 2009, el embajador de Japón ante las organizaciones internacionales en Viena recibió 23 votos a favor, 11 en contra y una abstención, suficientes para lograr la mayoría requerida para la designación.

El diplomático japonés, de 65 años, tenía previsto llevar a cabo una gestión más técnica que la de El Baradei, quien ganó en 2005 el Premio Nobel de la Paz por sus “activos esfuerzos” de asegurar el régimen de no proliferación.

Amano fue apoyado sobre todo por los países industrializados, con Estados Unidos a la cabeza, mientras que su principal rival en la pugna, el sudafricano Abdul Samad Minty, tenía el respaldo de los países en desarrollo.

En aquel momento, el japonés Amano afirmó: “Si me eligen nuevo director general del OIEA haré todo lo posible para mejorar el bienestar de los seres humanos y asegurar el desarrollo sostenible mediante el uso pacífico de la energía nuclear”.