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La Presidenta encabezó el acto de homenaje a Eva Perón al cumplirse 59 años de su fallecimiento, en tanto fue inaugurado un mural con el rostro de Evita en la pared sur del Ministerio de Desarrollo Social. Cristina sostuvo en su discurso que Evita «no es sólo una representación política, Eva Perón es un ícono cultural e histórico de todos los argentinos». La Presidenta recordó que estando en Cuba en enero de 2009 en un homenaje a José Martí vio la imagen de Ernesto «Che» Guevara representada en el Ministerio del Interior. Al respecto pensó «cómo es posible que una sociedad rinda homenaje a un hombre que no es de su país y nosotros no lo hagamos con una mujer que significó no sólo el ingreso de la mujer a la política, no sólo la revolución social más importante del país, sino que asumió sin cortapisas la representación del pueblo y de la patria con más pasión y amor que nadie». Dijo que eligió la primera imagen que vio de Evita en el libro «La Razón de mi Vida», la imagen que conocieron millones de trabajadores». «La quise mirando al sur, hacia las fábricas desde donde miles de trabajadores cruzaron el 17 de octubre», señaló. «Fue la Evita hada, dadora de dones y generosa», afirmó y también «la Evita profunda, política, combativa, que se envolvía en la bandera y ofrecía su vida, consumiéndose». La Presidenta se refirió al locutor que anunció el «pase a la inmortalidad» de Eva Perón. «Tal vez no pensó el sentido de esas palabras, porque estaba afirmando una verdad histórica». «Ella, la más odiada, pero la más amada; la más agraviada, pero la más venerada. Hoy eternamente victoriosa, mirando a la historia con el amor de su pueblo y el reconocimiento, me atrevería a decir, de todos los argentinos», agregó. «Queríamos hacer este homenaje en este lugar donde hace sesenta años se realizó un cabildo abierto donde le ofrecieron, más de dos millones de trabajadores, la vicepresidencia», destacó la Presidenta. Cristina remarcó que «esa mujer desde le fondo de la historia nos enseña que nada se obtiene sin sacrificio». «Enfrentarse a los poderosos tiene un precio, defender a los humildes cuesta caro, y ella pagó con su vida gustosa el precio de ser recordada para siempre», afirmó. «Hoy queremos rendirle homenaje en nombre de todas las mujeres, de los jóvenes que levantan su nombre, de los millones de trabajadores que han recuperado sus puestos de trabajo, de los intelectuales, de los científicos que confían en que una patria mejor merece y puede ser construida», remarcó la Presidenta.