Según la investigación, Harvard, Vanderbilt y muchas otras universidades de EE. UU. que tienen grandes fondos de previsión llevan años comprando tierras en siete países africanos, con la intermediación de Emergent Asset Management londinense.
“Las universidades, fondos de previsión y fondos de pensiones son los inversores de largo plazo”, comentó un experto de Emergent Asset Management.
Medios de información británicos intentaron conseguir comentarios de algunos representantes de Harvard acerca del tema. Sin embargo se negaron a hacerlo, diciendo que la información del fondo de previsión de la Universidad es confidencial.
Otro ejemplo de esa conducta económica agresiva es la corporación de inversiones AgriSol, que colabora con la Universidad de Iowa y tiene un proyecto de un costo total de 700 millones de dólares. Según este proyecto, 162.000 habitantes de Tanzania tendrán que abandonar los territorios donde durante 40 años se han ocupado en la agricultura.
El informe de Oakland tiene una conclusión desconsoladora: los inversores americanos en varios casos de compra o alquiler a largo plazo de las tierras africanas no otorgan compromisos sociales a la población local.
Las fructíferas tierras africanas son compradas también por inversores de China y Oriente Próximo para cultivar producción para el abastecimiento de su población, sin embargo se precisa que estas cifras son insignificantes en comparación con la actividad de los fondos americanos.