Prensa Latina (PL)
Sindicatos británicos calificaron hoy de farsa las negociaciones del gobierno con los gremios en su intento de aplacar la nueva ola de huelgas prevista en el sector público contra la reforma de jubilación.

La central Trades Union Congress (TUC, por sus siglas en inglés) consideró un fracaso la reunión de este lunes con los ministros del gabinete y anunció que seguirá adelante con su convocatoria de las protestas el jueves próximo.

Los enviados del primer ministro, David Cameron, no lograron convencer a los dirigentes sindicales sobre los puntos más controvertidos de la reforma del sistema de pensiones, una medida que apunta a la reducción del gasto fiscal.

El líder de la TUC, Brendan Barber, indicó que el paro se llevará a cabo en las escuelas, colegios, universidades, tribunales, puertos y centros de empleo.

Señaló que los desacuerdos persisten en cuanto a los planes de aumentar las contribuciones y elevar la edad de jubilación en el sector estatal.

El gobierno insistió, por su parte, en que las conversaciones fueron constructivas y se mostró abierto a posibles concesiones en el esquema de la administración municipal.

Para el secretario general de la Unión de la Administración Pública (PCS), Mark Serwotka, la reunión fue una farsa, el gobierno no mostró interés de negociar en ninguno de los principios clave de esa disputa.

De momento la PCS, el Sindicato Nacional de Profesores y la Asociación de Maestros y Profesores confirmaron la adhesión a la huelga, para la cual movilizaron a unos 750 mil empleados.

Calculan que alrededor del 85 por ciento de las instituciones de enseñanza en Reino Unido se afecten por el paro, las escuelas privadas inclusive.

Los principales sindicatos británicos y activistas de la Coalición de Resistencia contra los recortes programaron para este martes un encuentro en busca de coordinar la campaña de verano en respuesta al plan de austeridad del gobierno.

El activista Andrew Burgin dijo que era parte de una campaña para movilizar a una amplia oposición en la sociedad civil a los planes del ejecutivo, incluidos los sindicatos.

Aseguraron que la jornada anti-recortes se inspiró en las protestas extendidas en toda Europa, en particular en España y Grecia.