“El Reino Unido continúa desoyendo los reiterados llamados de la comunidad internacional de sentarse a negociar con Argentina para resolver la disputa de la Soberanía”, añade el texto.
Ante esto, el canciller argentino, Héctor Timerman agradeció el apoyo manifestado por el bloque para que esta situación de Las Malvinas »alcance una resolución de conformidad con las Naciones Unidas».
«Argentina nunca dejó de manifestar su intención de negociar» a pesar de la «sistemática negativa del Reino Unido», agregó el titular de Exteriores.
Por último, Timerman acotó que «Argentina no aceptará provocaciones belicistas».
Los medios de comunicación del Reino Unido difundieron este lunes las declaraciones del ministro de Defensa de este país Liam Fox, en las que indicó que nada cambiará en el archipiélago disputado.
«Los políticos al otro lado del mundo pueden protestar todo lo que quieran, pero no cambiarán nuestra resolución política de retener la independencia y la soberanía de las Islas Malvinas, de ir en su defensa y mantener la disuasión lo mejor que se pueda», dijo el funcionario británico.
Pocos días antes, el primer ministro británico, David Cameron, había expresado que la soberanía de las Islas Malvinas “no es negociable”.
Estas dos declaraciones de autoridades inglesas fueron enérgicamente rechazadas por el Gobierno de Argentina quien calificó las afirmaciones de lamentables y de un acto de arrogancia de Londres.
Asimismo,Timerman, cuestionó la semana pasada a las autoridades del Reino Unido por la ausencia de la delegación británica en la reunión que efectuó el pasado martes el Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que se debatió sobre el diferendo de ambas naciones por la soberanía de las Malvinas.
En 1833, Reino Unido usurpó las Islas Malvinas, expulsó a la población originaria y prohibió su retorno. La población fue entonces reemplazada por ocupantes de origen británico.
La actitud británica derivó en una guerra por los territorios de las Malvinas, iniciada el 2 de abril de 1982. Los enfrentamientos ocasionaron un saldo de 649 soldados argentinos y 255 británicos muertos.
Tras ser derrotada en el conflicto bélico, Argentina ha sido constante en el proceso de defender la soberanía sobre este archipiélago austral, tomado por la fuerza y dominado desde entonces por Reino Unido.