
“Vamos a declarar la emergencia”, adelantó Lebed de acuerdo con declaraciones recogidas por la agencia argentina Télam.
Explicó que además de la medida, las mencionadas provincias “están en emergencia por sequía desde hace tres y cuatro años» y las cenizas han producido un «efecto tremendo» sobre los cultivos.
Lebed señaló que se reunirá este lunes con los productores de Río Negro, Neuquén y Chubut, en este sentido, recordó que los gobiernos de esas provincias «han mandado los decretos respectivos de emergencia provincial agropecuarios».
El Gobierno podrá “ayudar con fondos de la nación a los productores afectados” por ceniza volcánica, aseguró Lebed, quien explicó que la declaración de «emergencia y el desastre prorroga y exime (a productores) de los impuestos si pasa del 80 por ciento, en el caso de que no los pasa lo prorroga».
“El fenómeno es tremendo en cuanto al impacto económico que ocasiona», dijo el funcionario al remarcar que debido a las lluvias caídas en las últimas horas sobre las cenizas «es imposible dimensionar el daño».
De acuerdo con las agencias de noticias, el temporal lluvioso provocó el derrumbe de algunas construcciones y de una parte de la ruta en el paso neuquino de Cardenal Samoré.
A medida que las condiciones meteorológicas mejoraban los municipios de Río Negro, Neuquén y Chubut reforzaron las tareas de limpieza.
Las autoridades en Chubut llamaron a extremar la precaución a quienes tengan que conducir vehículos en las rutas puesto que la ceniza complicaba la visibilidad.
“La ceniza vino para quedarse y habrá que acostumbrarse a ella”, aseguró el director de Defensa Civil chubutense, Evaristo Melo, quien aseguró que los aeropuertos de la región seguían cerrados por prevención.
La Patagonia argentina es una de las zonas más afectada por la erupción del volcán chileno, cuyas cenizas han obligado a las autoridades a cancelar todos los vuelos desde el pasado 5 de junio y hasta el próximo 15 del mismo mes.
Nube de ceniza llega a Australia y Nueva Zelanda
Las cenizas del coloso chileno Puyehue-Cordón Caulle, que erupcionó el pasado 4 de junio, atravesaron más de nueve mil kilómetros para llegar a Australia y Nueva Zelanda, donde también se cancelaron algunos vuelos, específicamente en la ciudad de Melbourne.
