Patria Grande / RT

Es emblemático lo que sucede con el iPhone que se ha transformado en el teléfono de moda. Las filas de personas que esperan cada nuevo modelo fuera de las oficinas de la empresa estadounidense Apple crecen cada año. Pero muy pocos saben la vulnerabilidad que estos dispositivos tienen, y el potencial peligro que eso implica para sus dueños.

Los denominados aparatos inteligentes permiten que el usuario pueda navegar por Internet, revisar su correo y localizar lugares utilizando el GPS. Todo esto queda registrado en el sistema del móvil.

Esa es información privada, pero los fabricantes de estos dispositivos se han encargado de decirnos que nuestros datos están seguros con sus productos. Algo que no es tan cierto, porque incluso los sistemas autoproclamados como los más confiables pueden ser víctimas de un ataque.

Apple es un líder en tecnología. Y el sistema operativo de sus productos parecía infalible, eso hasta que un grupo de expertos criminalistas rusos lo quebraron.

Uno de los especialistas que comprobaron que la plataforma no es tan segura es Vladímir Katálov, el director de ElcomSoft, una compañía rusa especializada en seguridad informática y recuperación de datos. El experto explica: “Comenzamos a hacerlo por dos razones. La primera es que era un gran desafío relacionado con la codificación, que es nuestro tema preferido, y la segunda que es que tenemos muchos pedidos para hacer estos trabajos. Hablo de la Policía y otras organizaciones bastante serias”.

La cantidad de información que almacena este tipo de teléfonos es enorme. Por eso para cualquier investigación criminal es clave acceder a esos datos para aclarar algunos delitos. También algunos Gobiernos, e incluso bandas de delincuentes, son conscientes de lo valioso que resulta tener la posibilidad de cifrar esos registros.

Denis Máslennikov, quien se especializa en el estudio de amenazas para dispositivos móviles en el laboratorio antivirus Kaspersky Lab, opina que guardar este tipo de información en un iPhone no es aceptable. “Es información personal, privada, y si el usuario quiere borrarla, así debe ser. Hace un tiempo se supo que el sistema operativo de Apple guardaba coordenadas, traslados y datos sin que los dueños del dispositivo lo supieran”.

La empresa se disculpó y prometió modificar el sistema. Pero en un mundo en el que la tecnología de la información es parte importante de nuestra vida cotidiana, la cautela a la hora de enviar datos personales se vuelve un imperativo.

Vladímir Katálov comenta: “Ya podemos olvidarnos de la privacidad. Dejamos tantas huellas en Internet, registrándonos en diferentes páginas, usando programas con geolocalización, mandando correos. En 30 minutos se puede saber todo sobre una persona, la dirección de su casa, número de su teléfono, y dónde fue de vacaciones hace 2 años y con quién. La privacidad no existe más”.

Esta semana Apple presentará su nuevo sistema operativo para dispositivos móviles. Sus fanáticos esperan que tenga mejoras en la encriptación de datos que permitan mayor seguridad, y a la vez pueda restringir a este “pequeño gran hermano” que anda junto a nosotros en nuestros bolsillos sin que lo sepamos.