Panorama Argentino
El subsecretario de Medio Ambiente del Chubut, Rubén Reyes, recomendó a la población «aprender a convivir con la ceniza».
Los efectos de la ceniza proveniente del volcán chileno Puyehue provocaron que los techos de algunos edificios escolares en Bariloche cedieran, mientras que vecinos y soldados concentraban sus esfuerzos en despejar las calles para poder garantizar los servicios mínimos. En tanto, los vuelos desde el aeroparque Jorge Newbery y el aeropuerto internacional de Ezeiza fueron cancelados.
El viceministro de Desarrollo Social de la Nación, Sergio Berni, y el senador Miguel Pichetto recorrieron esta mañana las zonas más castigadas, en los barrios del Alto de Bariloche. Acompañados por el intendente Marcelo Cascón y otros dirigentes, los funcionarios nacionales se reunieron con dirigentes barriales y vecinos, a quienes ratificaron el acompañamiento y la solidaridad del gobierno nacional para afrontar la emergencia.

A su vez la Prefectura Naval logró evacuar a 16 personas de la isla Victoria, que se encontraban varadas desde el sábado, porque la caída de cenizas del complejo volcánico interrumpió la navegación por el lago Nahuel Huapi, informó la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi.
Esta situación determinó que unas 50 personas, entre residentes y visitantes de la isla, debieran quedarse en el lugar, aunque «en perfectas condiciones», con alimentos, agua, calefacción y comunicaciones.
El entorno natural de Bariloche cambió drásticamente, en particular el lago Nahuel Huapi, cuyo color mudó al turquesa cruzado por grandes superficies de arena volcánica que flota y se mece con el oleaje.
En Villa La Angostura también se vivieron situaciones dramáticas desde la erupción del complejo volcánico chileno, ubicado a apenas 40 kilómetros de distancia, razón por la cual la acumulación de arena y cenizas fue mayor y se produjo antes que en otro lugar del país.
También se vive con dramatismo el fenómeno en la zona rural de la Región Sur de Río Negro, donde la caída de cenizas volcánicas afectó seriamente tanto a la población de Ingeniero Jacobacci y otras localidades, como a cientos de productores ovinos y caprinos de la zona.
En las ciudades rionegrinas no dan abasto para retirar las cenizas, partículas mucho más diminutas que las caídas en la cordillera y a la vez más nocivas para la salud humana y los motores, en tanto en el campo los productores ven agravarse una situación que ya era desesperante por la sequía registrada en los últimos meses.
El intendente de Ingeniero Jacobacci, Carlos Toro, explicó  que «el tema más grave se da en el campo, donde más de 700 familias están al borde de la desesperación». Indicó además que «en las puertas del invierno, esperando heladas de entre 7 y 12 grados bajo cero, el tema de las cenizas complicó mucho su abastecimiento de leña, habitualmente reforzado por el Plan Calor».
«Hay que despejar los caminos de cenizas antes de intentar entrar a los parajes, porque se rompen los camiones», dijo, y refirió que otro problema «es la alimentación del ganado». En ese sentido aseguró que las cenizas «taparon las pasturas y los animales, que venían debilitados por la sequía, tendrán muchos problemas para pasar el invierno».