
“La Contraloría General pidió a los que tienen la compleja tarea de dirigir y administrar, que erradiquen de una vez por todas las condiciones que fomentan el oportunismo, el delito y la corrupción”, indicó Bejerano.
“De las más de 750 entidades auditadas en todo el país, el 63% tuvo calificaciones satisfactorias y aceptables, mientras que el 37% fue evaluado deficiente o mal”, indicó un reporte del Noticiero Nacional de Televisión.
Ese año el Ministerio de Contabilidad y Control reemplazó a la Oficina de Contabilidad, la cual fue sustituida por el despacho del Contralor General en 2008.
La también Vicepresidenta del Consejo de Estado subrayó que hay muchos compañeros, la mayoría de los que asumen cargos administrativos, que son muy abnegados y han dado su disposición de enfrentar la dirección de una empresa en momentos difíciles.
Pero, al propio tiempo, alerta que les faltan conocimientos y preparación, y han estado influidos por malos hábitos, como el de producir a toda costa y costo.
Es cierto -admite- que producir resulta muy importante para el avance y desarrollo del país, pero debe hacerse con calidad, con buenos resultados.
Refiere igualmente que la Contraloría ha tenido que enfrentar casos en los que las personas han perdido valores e incumplieron sus deberes conscientemente, con el objetivo de beneficiarse.
Bejerano recordó que también se han entregado reconocimientos a determinada empresa por lo logrado en la producción, y después ha ocurrido allí una irregularidad porque no ha mantenido un sistema de control adecuado.
Significó que la educación y la capacitación en estos temas, no sólo deben llegar a las administraciones, que son las que tienen mayor responsabilidad, sino también a los trabajadores.
Interrogada por el semanario sobre el papel que le corresponde desempeñar a la Contraloría General de la República en la actualización del modelo económico cubano, señaló que su misión está precisamente en preservar los recursos del país, lograr una dirección económica y administrativa eficientes, y prevenir los hechos de corrupción e ilegalidades.
Los sistemas de control tienen que servir para que las administraciones sean más eficientes, y en ese sentido debemos ayudar y exigir, precisó la contralora general.
(Con información de agencias)
