AVN / Correo del Orinoco

El gobierno del presidente, Barack Obama, también presentó un nuevo presupuesto, que incluye “dolorosos recortes” que afectan áreas como educación y salud

3 Junio 2011 – Los datos difundidos este viernes por el Departamento de Trabajo estadounidense confirmaron que el desempleo en ese país aumentó a 9.1% en mayo, debido a que las empresas privadas crearon solamente 54 mil nuevos puestos laborales, la menor cantidad en ocho meses.

La cifra divulgada por el organismo estatal demuestra que la fuerte crisis que vive Estados Unidos se mantiene desde que estallaron las quiebras hipotecarias durante el gobierno del ex presidente George W. Bush.

De acuerdo con la información suministrada, se observa que la economía está estancada, principalmente por el aumento de precios de los combustibles y los desastres naturales en Japón, que perjudicaron al sector fabril, entre otros puntos, reseñó la agencia EFE.

Las cifras reveladas indican que casi 14 millones de ciudadanos y ciudadanas estadounidenses se encuentran desempleados.

El organismo gubernamental explicó que el ritmo de contratación laboral descendió de forma notable respecto al de los últimos tres meses, cuando las empresas crearon un promedio de 220 mil empleos por mes.

Los gobiernos estatales y municipales suprimieron 28 mil puestos laborales el mes pasado, la mayor cifra desde noviembre pasado.

Del total de estos despidos, casi 18 mil fueron en el sector de la enseñanza.

En tanto, las ciudades y condados han reducido sus plantillas laborales por 22 meses consecutivos y han eliminado 446 mil puestos desde septiembre de 2008.

Estas últimas cifras se corresponden a los planes de ajustes aprobados o propuestos en diferentes estados del país, en su mayoría gobernados por el partido Republicano.

Las reducciones de gastos sociales tuvieron como respuestas manifestaciones y protestas en regiones como Wisconsin, aunque estas políticas fueron sostenidas pese a los rechazos de los ciudadanos.

El gobierno del presidente, Barack Obama, también presentó un nuevo presupuesto, que incluye “dolorosos recortes” que afectan áreas como educación y salud.

Aunque la situación económica en Estados Unidos atraviesa una de sus crisis más profundas desde hace décadas, la Casa Blanca aumentó nuevamente el gasto para el sector de defensa, destinando más recursos para sostener las invasiones en Irak y Afganistán.