Agencia de Noticias Telam
La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, reveló diferencias con Sergio Schoklender a partir de que el ex apoderado de la Fundación Sueños Compartidos -quien es investigado por supuesto lavado de dinero- quiso «convertir» al proyecto «en una empresa».

También advirtió que si tanto él como su hermano Pablo, al que también separó de la conducción, cometieron un delito, «tendrán que pagar».

«Hace un año empecé a tener discusiones con él porque quería convertir a la fundación en una empresa. Yo le decía: ´mirá, Sergio, esto no es una empresa, somos un emprendimiento, somos soldados de este proyecto nacional y popular´», contó la titular de Madres en una entrevista publicada hoy por Tiempo Argentino.

En ese marco, añadió: «Y le decía: vos, con este proyecto que tenés, de las casas que caminan, que están y que existen, y que es cierto que son un invento impresionante, querés convertir a la fundación en una empresa. Y yo no tengo ningún interés en que esto sea una empresa. Quiero que siga siendo una fundación, como está”.

«El argumento era que había que hacer más casas pero si el gobierno no lo necesitaba, ¿para qué? ¿Para qué abrir más fábricas? Pero a mí nunca me gustaron las empresas. Las empresas funcionan de otra manera. Y después de esa discusión empecé a ver cosas que no me gustaron», reveló Bonafini al referirse por primera vez al tema desde que tomó estado público hace una semana.

Consultada enseguida sobre a qué se refería con ´cosas que le gustaban´, respondió: «El manejo de la situación».

Además, indicó que «no» advirtió ninguna situación extraña dentro de la Fundación «porque Sergio era un tipo que trabajaba 30 sobre 24 horas, le pagaba a la gente y las construcciones se hacían».

En ese sentido, dijo que «sí» confiaba en Shoklender «porque las obras se hacían» y señaló que si en el gobierno le hubiesen dicho ´mirá, Hebe, acá falta plata, eso no se hizo´, ella «hubiera actuado antes», aunque dejó en claro que «eso no pasaba».

«Nunca hubo una desconfianza ni nadie me avisó que faltaba plata», completó la presidenta de Madres de Plaza de Mayo.

También anunció que decidió separar a Pablo Schoklender y a otras 16 personas de Sueños Compartidos, emprendimiento que depende de las Madres, «por las dudas, para que quede todo prolijo».

«Las acusaciones son contra el apoderado, que era Sergio, y contra su hermano, y si cometieron delito tendrán que pagar», dijo Bonafini, al tiempo que añadió: «Todos los imputados están separados, porque no vamos a poner en riesgo todo, sabemos lo que hacemos, cómo podemos responder pero la cosa está muy seria».

Pese a la situación que atraviesa el proyecto, Hebe de Bonafini se mostró esperanzada en que «las cosas van a andar bien».

Por otra parte, criticó a algunos medios de comunicación y dirigentes políticos por la forma en la que trataron el tema y en especial apuntó contra Clarín, La Nación y Eduardo Duhalde.

«Pero a mí me preocupa que la ataquen a Cristina, porque por rebote se la agarran con ella, por su relación con las Madres», lamentó Bonafini en referencia a la Presidenta de la Nación.

En tanto, ante la pregunta sobre si todo se dio de un día para el otro, dijo: «En realidad, porque él (por Schoklender) se fue. Él presenta su renuncia en diciembre, que nunca se había puesto en práctica. Y a partir de ahí lo separamos de la Fundación».

Finalmente, dejó en claro que el proyecto «sigue trabajando. Nada paró» y concluyó: «No se paró el mundo porque hay un montón de hijos de buena madre todo el tiempo hablando sobre Schoklender».