Carlos San Vicente
Las razones de la agresión planificada a Libia por los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, y el aparato de inteligencia de Israel, el Mossad, una operación llamada “Odisea al Amanecer”, son de orden geopolítico, en el marco de la insuficiencia energética que padece el mundo industrializado para sostener su parque automotriz y una expectativa de crecimiento económico promedio de 3,5 anual a mediano plazo, sustentado en dos ejes vitales como son la industria bélica y el sector automovilístico.

Estimaciones recientes colocan las reservas de petróleo libias en 60 mil millones de barriles de crudos livianos que constituyen 3,5% de las reservas probadas de petróleo en el mundo. La producción diaria a inicios de año era de mil 800 millones de barriles, muy por debajo de su capacidad productiva. El costo operativo de extracción es el más bajo del mundo, equivalente a un dólar por barril, lo que significa que por cada barril promediado en 100 dólares, U$ 99 se convierten en ganancias.

Además, Libia posee una reserva de mil 500 millones de metros cúbicos de gas natural, que a inicios de 2011 producía 2 mil 600 millones de pies cúbicos por día y sus planes de inversión calculan en el mediano plazo 3 mil millones de pies cúbicos. Estos planes son dirigidos por la empresa estatal Libia Corporación Nacional del Petróleo (NOC), entre las 25 corporaciones del planeta.

 

PROVEEDOR DE EUROPA

Italia era receptora de 32% de las exportaciones petroleras libias, Alemania 14% Francia 10%, España 9% y otros europeos 14%. Por su parte China absorbía 10%, Estados Unidos 5% y otros países 6% para un escenario dividido en dos bloques, por un lado Europa con 79% y 21% correspondiente al resto del mundo.

A las compañías estadounidenses Chevron y Occidental Petroleum no se les renovó licencias de exploración y explotación de petróleo y gas natural desde el 6 de octubre de 2010. Su lugar fue suplido por la petrolera alemana RW DIA. Los contratos establecen que todas las controversias y desavenencias se dirimen en los tribunales de Libia.

NUEVA GEOPOLÍTICA

La agresión a Libia pretende reconfigurar un nuevo mapa geopolítico en el área energética del continente africano. No se trata de derrocar al “dictador” Gaddafi; eso es un maniqueísmo propio de la hipocresía de los imperios que se solapan en simbologías vacías de contenidos para mancillar la soberanía de los pueblos.

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Una “rebelión” para justificar una agresión

No puede justificarse bajo ningún pretexto las agresiones e injusticias que se cometan contra cualquier pueblo del mundo en nombre de la democracia y la libertad. Las legítimas demandas del pueblo libio por mayor participación son desafíos que ellos de manera autónoma y sin injerencias externas están llamados a resolver de manera soberana.

En Libia la revuelta no es producto del descontento de masas empobrecidas. Este país tiene una balanza comercial positiva equivalente a 27 mil millones de dólares al año, la cual se traduce en un ingreso de 12 mil dólares por habitantes producto de una distribución bastante justa de los ingresos provenientes del petróleo y del gas natural; además de registrar un monto superior a los 200 mil millones de dólares en reservas internacionales. Se pretende pulverizar todo el cuerpo de relaciones económicas energéticas y políticas que se derivan de un modelo autónomo y soberano de planificación energética.

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OTAN apoya con aviación a rebeldes cerca de Trípoli

Rebeldes libios, apoyados por la aviación de la OTAN, redoblaron hoy los ataques en Zawiyah y otros poblados del oeste cercanos a Trípoli.

Durante buena parte de la madrugada del domingo los irregulares impusieron fuerte resistencia a las tropas leales al líder Muammar Gaddafi, que frustraron su intención de avanzar hacia la capital, nuevamente blanco del asedio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

La fuerza aérea de la coalición atlántica mantuvo sus incursiones sobre objetivos militares y civiles donde presume que el Gobierno de Gaddafi tiene establecidos centros de mando y control sobre sus operaciones contra la insurgencia.

Reportes de ambos bandos contendientes contrastaron respecto a la intensidad y éxitos de las escaramuzas en Zawiyah, pero corroboraron que los combates terrestres ganaron en intensidad en zonas como la carretera costera que conduce a la frontera de Túnez.

El fin de semana, Marie Louise Manwe, representante de la Comunidad de Desarrollo de África Austral, que se reunió en Luanda, Angola, señaló que los africanos deben resolver de forma interna cualquier situación conflictiva, sin intervención foránea. La Unión Africana (UA), que integran 53 países de la región, también condena de forma reiterada la agresión armada contra Libia, que incluye bombardeos de potencias occidentales contra civiles.