Allí se ratificó la convocatoria de una marcha nacional para el 7 de junio, que partirá en horas de la mañana desde la Plaza Venezuela y pasará por la Fiscalía General de la República, para culminar en la Asamblea Nacional, donde se consignarán documentos con denuncias, exigencias y prouestas concernientes a la necesidad de detener la ofensiva del sicaríato que llevá en su cuenta más de 250 campesinos asesinados por esbirros de los terratenientes y por paramilitares, así como dirigentes sindicales y obreros mandados a matar por los patronos o las mafias,en medio de una alarmante y prolongada impunidad. La protesta también va dirigida contra la criminalización de las luchas de los movimientos sociales por el aparato judicial del Estado burgués y por sectores burocráticos que ejecutan acciones de retaliación frente al combate obrero, campesino, indígena y popular, por el cual hay campesinos, obreros y miembros de organizaciones populares presos o sometidos a procesos judiciales, cuyo crimen ha sido luchar por sus reivindicaciones y derechos o por los objetivos de la revolución bolivariana.
Muchos fueron los problemas expuestos junto con la necesidad de avanzar y construir un modelo socialista desde las bases. Una buena cantidad de propuestas salió de este encuentro, entre éstas la necesidad de organizarse en un gran frente unitario de los movimientos sociales, para mantener un debate abierto y actuar todos juntos, a tono con los tiempos que estamos enfrentando.