La carta abierta publicada el miércoles en los grandes diarios del país coincide con una reunión anual de los directivos de McDonald’s en Chicago, que se celebrará el jueves.
Un grupo de religiosas ya había propuesto que McDonald’s publicara en esta ocasión un informe en el que evalúa su respuesta ante las “preocupaciones de la opinión pública respecto a la relación entre la comida rápida y la obesidad infantil”.
La carta abierta de los médicos va más lejos y pide a McDonald’s que deje de regalar juguetes en sus “Happy Meals” (“cajita feliz”), un menú que contiene hamburguesas hipercalóricas y ricas en sal, grasas y azúcar.
La carta se inscribe en el marco de una campaña conducida por la organización sin fines de lucro Corporación de Responsabilidad Internacional (Corporate Accountability International), ya conocida por su lucha para que la marca de cigarrillos Camel abandonara su mascota, el simpático camello Joe.
El payaso Ronald McDonald -que con sus enormes zapatos rojos y su mameluco amarillo adorna las entradas de la cadena de restaurantes- ha sido usado durante décadas por McDonald’s como un amigable portavoz corporativo.
McDonald’s defendió en un comunicado a su mascota, sus menús y su política publicitaria.
“Como la cara de Ronald McDonald House Charities (la rama encargada de las actividades caritativas del grupo), Ronald es un embajador al servicio del bien que da importantes mensajes a los niños sobre seguridad, alfabetismo y un estilo de vida activo y equilibrado”, escribió la empresa.
“Servimos alimentos de alta calidad y nuestros Happy Meals proponen opciones y variedad en las porciones adaptadas a los niños”.
La obesidad infantil se ha triplicado en los últimos 30 años en Estados Unidos. Actualmente, un niño de cada tres en ese país tiene sobrepeso o es obeso.