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El paso de las horas no despeja las incógnitas que pesan sobre Pakistán en la operación que acabó con la vida de Osama bin Laden y las declaraciones de sus dirigentes no hicieron más que complicar la situación. El presidente Asif Ali Zardari, no dio ninguna explicación a su pueblo sobre la actuación de EE UU en suelo pakistaní, asegura en una columna de opinión publicada por el diario estadounidense The Washington Post que las fuerzas paquistaníes no participaron en la operación y que las autoridades del país desconocían que el principal enemigo de Estados Unidos se encontraba escondido en una mansión de Abbottabad, a poco más de 50 kilómetros de la capital del país.

Esta información fue confirmada por el jefe de la CIA en una entrevista publicada en la revista TIME, en la que Leon Panetta admite que no informaron sobre la operación a Pakistán por miedo a que se filtraran algunos datos. EE UU se planteó hace meses coordinarse para llevar a cabo la misión junto a varios países, entre ellos Pakistán. Pero la CIA descartó esta posibilidad porque «se decidió que cualquier esfuerzo para trabajar con los pakistaníes podría poner en peligro la misión. Pueden alertar a los objetivos «, admite Panetta en la entrevista, que cuenta que no hubo unanimidad en el equipo que debatió sobre esta cuestión.

«¿Qué pasa si estás en medio de la misión y los paquistaníes se presentan y empiezan a disparar?», se preguntaron algunos, según Panetta. «¿Cómo se puede luchar para salir de ahí?», añadieron. Por el contrario, fuentes del todopoderoso ISI (Servicio de Inteligencia Interna), que depende del jefe del Estado Mayor del Ejercito paquistaní, general Ashfak Pervez Kayani, (quien fue director del ISI hasta sustituir al frente del Ejército al dictador Pervez Musharraf a final de 2007), destacan su papel en el asalto a la vivienda de Bin Laden: «Sin nuestra implicación, esta operación no habría sido un éxito», declara la fuente a Reuters.

«¿Era posible sin nuestra ayuda? No», se pregunta y responde tajante. Otra fuente del ISI, también anónima, matiza que aunque las tropas paquistaníes no estuvieron directamente involucradas en la acción, sí que compartieron la información con EE UU. «El presidente Obama aludió a ello en su declaración. Dijo que Pakistán había sido un factor instrumental para compartir información. Hasta ahí llegó nuestra cooperación», aseguró la fuente a EFE.

Otra fuente del ISI declaró a la BBC que se sienten «avergonzados» por no haber averiguado antes el paradero de Bin Laden. La fuente contó a la cadena británica que en el año 2003 revisó la residencia donde fue tiroteado el dirigente de Al Qaeda para buscar a Abu Faraj el Libi, supuesto número tres de la organización terrorista. Desde entonces, esa residencia «estaba fuera de nuestro radar», señaló.

«En una operación conjunta, respaldada en secreto, perpetrada profesionalmente y concluida con éxito», declara el alto comisionado de Pakistán en Reino Unido, Wajid Shamsul Hasan. El diplomático insiste en que la misión echó por tierra «todas las alegaciones del pasado sobre que la CIA y el ISI no cooperaban que había una brecha entre la CIA y el ISI». Hasan sostiene que la actuación se acordó el mes pasado durante una visita a Washington del director del ISI, Ahmed Shuja Pasha.

Zardari, sin embargo, parece disculparse por no haber participado en la operación: «A pesar de que los acontecimientos del domingo no fueron una operación conjunta, una década de cooperación entre los Estados Unidos y Pakistán han permitido la eliminación de Osama bin Laden y evitar así que continúe amenazando al mundo civilizado». Y añade que el terrorista «no estaba en ningún sitio que nosotros hubiésemos pensado, pero ahora se ha ido».

La mayoría de la prensa paquistaní critica que las autoridades desconocieran el paradero de Bin Laden. «El fracaso de Pakistán en detectar la presencia aquí del hombre más buscado del mundo es más que sorprendente», señala en su editorial el diario en inglés The News.

En su columna Zardari dice que es totalmente falso que su país, uno de los más golpeados por Al Qaeda, haya sido inactivo o no haya sido capaz de atacar a los yihadistas. El presidente lamenta que muchos acusen a Pakistán de ocultar a conciencia el paradero del líder del terrorismo islámico. «Algunos en la prensa norteamericana han sugerido la falta de vitalidad de Pakistán en la lucha contra el terrorismo, o, peor aún, que estábamos protegiendo el terrorismo que asegurábamos que estábamos persiguiendo. Estas especulaciones infundadas crean noticias excitantes, pero no reflejan los hechos. Pakistán tiene tantos motivos como cualquier otra nación para despreciar a Al Qaeda», afirma.

Mientras, en Pakistán comienzan a elevarse las voces contra la actuación de EEUU. «Esto es afrenta contra una nación de 180 millones de personas», declaró el exdirector del ISI, teniente general Hamid Gul. «El pueblo de Pakistán esta muy molesto con sus militares que nos han vendido a EEUU», añadió Gul.