Salah al Obeidi, uno de los dirigentes del movimiento sadrista, dijo que el objetivo de la manifestación era mostrar que los iraquíes eran disciplinados y podían proteger su propio país. Una declaración del presidente del Parlamento, Osama al Nuyaifi, calificó, en este mismo sentido, la marcha de “clara prueba de la unidad de Iraq”.
Según un acuerdo de seguridad entre Washington y Bagdad, 46.000 efectivos de combate, que están todavía desplegados en bases de Iraq, deben abandonar el país hacia el 31 de diciembre. Sin embargo, líderes iraquíes y estadounidenses están reconsiderando este plazo, según algunas fuentes.
El viernes, Dhiya al Shauki, jefe del Comité Social del Movimiento de Al Sadr, pidió al gobierno del primer ministro Nuri al Maliki que que respete el acuerdo norteamericano-iraquí, de tres años de antigüedad, que obliga a todas las fuerzas estadounidenses a abandonar el país antes del 31 de diciembre de 2011.
En abril, Al Sadr advirtió de una “escalada de la resistencia militar” en Iraq si las tropas de ocupación estadounidenses no abandonan el país en la fecha indicada.