Andres García Miranda
El compatriota Joaquin Pérez Becerra, capturado y expulsado por el Gobierno Bolivariano de Venezuela hacia Colombia debe ser inmediatamente liberado.
Deben intervenir la UNASUR, pues dos de sus miembros han violado el derecho internacional en materia de exiliados políticos y están fijando un precedente peligroso para todos los revolucionarios de la Patria Grande.
Este lamentable hecho que ha conmocionado a los pueblos de Bolivar, San Martín, Sucre, Artigas y otros libertadores, debe activar el proyecto del presidente boliviano Evo Morales de creación de un Consejo de Derechos Humanos de la UNASUR, pero no solo para juzgar a aquellos países que no son miembros de este bloque suramericano, sino, a partir de ahora, considerar las acciones que lleven adelante los gobiernos de los 12 países.
Puesto que el Presidente Hugo Chávez ha asumido personalmente la responsabilidad de este acto de ilegítimo de “deportación express”, la Comisión de ad hoc deberá evaluar la conducta tanto del países deportador (Venezuela) como del países solicitante Colombia).
Urge que las organizaciones sociales como integrantes del poder popular de UNASUR dispongan de un espacio de debate y eleven sus propuestas al Consejo de Derechos Humanos para que este tipo de casos sean canalizados mediante un mecanismo de resolución inmediata.
Joaquín Becerra se encuentra actualmente en una prisión de máxima seguridad en un territorio gobernado por un Estado narco-para-terrorista y su vida corre grave peligro.