
El Gobierno bolivariano manifiesta su más contundente repudio a esta decisión, por constituir una acción hostil situada al margen del Derecho Internacional, violatoria de los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas.
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela se encuentra haciendo una evaluación general de la situación, para determinar hasta dónde estas sanciones afectan la operatividad de nuestra industria petrolera y por tanto el suministro de 1,2 millones de barriles diarios a los Estados Unidos; en función de esa evaluación, la República Bolivariana de Venezuela se reserva la respuesta más adecuada a esta agresión imperialista.
El Gobierno Revolucionario hace un llamado a todo el pueblo Venezolano, a la clase trabajadora, y muy especialmente a los trabajadores petroleros, a mantenerse alertas y movilizados en defensa de nuestra PDVSA y de la sagrada soberanía de la patria.
Caracas, 24 de mayo de 2011