José Justiniano Lijerón(*)

Que el imperio Norteamericano mandamás de la dictadura del capitalismo mundial y sus agentes criollos, no duerman tranquilos y constantemente estén urdiendo la manera de difamar, fabricando matrices de opinión, sembrando supuestas pruebas de amistades y colaboracionismo con grupos insurgentes que luchan como parte importante de expresión de sus pueblos. Así los EE.UU. están tratando de desestabilizar buscando la manera de derrocar (como lo hicieron el año 2002) al gobierno legitimado mediante varias consultas y elecciones nacionales del Presidente Hugo Chávez, ésa  es la esencia y nata del imperio.

Este accionar del sistema no asombra ni confunde a nadie, es el atributo del imperialismo agredir de todas formas y maneras, unas veces con sus guerras de baja intensidad donde incluyen, bloqueos de toda índole y hasta atacar a los pueblos por el estomago con sus guerras económicas escondiendo o subiendo los precios a los artículos de primera necesidad.  Y la otra de sus formas favoritas es atropellar, eso es lo que saben hacer de la mejor manera, invadir a los pueblos atacándolos vilmente y con alevosía por todos los medios posibles, usando toda su tecnología criminal para el exterminio de seres humanos y la naturaleza, siempre buscando imponer sus intereses, haciendo llover plomo y fuego desde la distancia, como todo cobarde no se enfrentan directamente a los agredidos.

Para el sistema, gobiernos como el de Venezuela con el liderazgo indiscutible del Presidente Chávez, es un “mal ejemplo” para los pueblos por sus políticas liberadoras, en beneficio directo de las mayorías postergadas hasta finales de la década del noventa, cuando Chávez con un pueblo en mayoría y en movimiento, comienza su gobierno de revolución bolivariana.

El fenómeno Chávez es la síntesis de las luchas del pueblo venezolano, harto de soportar, dictaduras, desapariciones forzadas, violaciones de los más elementales derechos humanos, entreguismo de riquezas naturales a la voracidad de las transnacionales por dictaduras pasadas y gobiernos neoliberales a la cabeza de la antinacional  burguesía venezolana.

El arribo al gobierno del Presidente Chávez, es también el inicio de la ascensión de gobiernos populares como en Bolivia con Evo Morales y su revolución “democrática y cultural”, producto de la acumulación de largas luchas del pueblo boliviano. Así también con sus propias característica llega al gobierno El Presidente Correa, Con la “revolución ciudadana” en el Ecuador con el apoyo de mayorías, saturadas del entreguismo y saqueo de una serie de gobiernos neoliberales, resultado de políticas impuestas por el imperio norteamericano , también así coincide el periodo y el momento de ascenso de lucha en los pueblos de América latina, con el triunfo de otros gobiernos y con sus propias características en la zona, como en Brasil, Argentina, y el Paraguay.

Como es de conocimiento en general, por todo lo que significa Chávez, en su política internacional soberana al denunciar permanentemente los abusos del imperio y por el proceso que desarrolla en Venezuela, al recuperar para el pueblo venezolano sus hidrocarburos para que las utilidades del reservorio más grande de petróleo del mundo, ahora están para el beneficio de las mayorías  venezolana y dejaron de ser parte del saqueo durante largos años por parte de los EE.UU.

Chávez y su gobierno está en el puesto número 1 en la mira criminal del sistema imperial en esta parte del continente, por eso no deja un sólo instante tratando de intimidar y desvirtuar todas las medidas que va implementando el gobierno, para desatar permanentemente toda su maquinaria universal, tratando de deslegitimar y criminalizar al Presidente Chávez, mintiendo, fraguando datos, creando matrices de opinión mundial en contra de Chávez, haciéndolo ver como un peligro inminente para los EE.UU.,y lo más grave de toda esta campaña infernal es que gran parte del incauto pueblo norteamericano, cree y se confunde con toda esa falsedad.

La burguesía disociada Venezolana, no comete delito al oponerse y ser antichavista, es un derecho, pero hacer lo que viene haciendo obedecer ciegamente a las instrucciones de sus amos del norte, en desconocer y no reconocer nada de lo que está haciendo o haga el gobierno Venezolano, en claro beneficio incuestionable de las mayorías nacionales y por la integración de A. Latina. Y más al contrario esa oposición,  apoya y sugiere medidas de intervencionismo extranjero en contra el gobierno establecido, de ser meros antichavistas, cometen el delito de traición a la patria, o sea son antivenezolano.

De este mal también padecen las burguesías de otros países donde se están viviendo movimientos liberadores, con menos intensidad o velocidad que Venezuela, pero gobiernos que reciben el respaldo de mayorías mientras sigan cumpliendo con el mandato de desarrollar políticas  verdaderamente antiimperialistas, anticolonialistas y por la construcción de una nueva sociedad , con trabajo, igualdad y justicia social.

Una cosa es oponerse a cualquier política de gobiernos que pretenden  favorecer a algún grupo social o clase, dentro de lo que permite el juego político circunstancial a cada realidad concreta. Otra cosa es so pretexto de oponerse a esa política o a sus dirigentes, confabularse con el enemigo extranjero para lograr imponer gobiernos serviles a los intereses del sistema capitalista y en contra de los intereses populares.

Ante esa intriga Mundial del Imperio en contra de Chávez y Venezuela principalmente, es importante ajustar las respuestas que se deben dar, y eso pasa por  sincerar todos los acuerdos y convenios de Venezuela con los aliados y amigos, fundamentalmente con los gobiernos de la zona, para que las réplicas sean unitarias y no solamente sea Venezuela la que soporte el embate, y los demás amigos y aliados, a veces haciéndose de la vista gorda, es decir no “queriendo mojarse con Chávez” callan. Eso sí, aceptan complacidos los intercambios, las cooperaciones, las ayudas, contratos, subsidios de carburantes en son de solidaridad plena y sin condiciones, pero las respuestas unitarias a los ataques del imperio contra Venezuela, son muy tibias y deben mejorar.

El imperio por lo menos a los amigos y aliados, nos debe encontrar siempre unidos. Además Venezuela debe alertar del peligro si aún  no lo ha hecho, a los aliados estratégicos de más allá, considerando que lo “estratégico” no sólo se refiere a créditos, convenios de explotación de hidrocarburos, compras cuantiosas de insumos en todos los rubros, etc. sino fundamentalmente en la defensa nacional mutua contra el enemigo universal, el imperio norteamericano y todos sus aliados.

La campaña imperial en contra de todo gobierno progresista, ha hecho mella en varios sectores de A. Latina al tratar de mostrar a Chávez como un peligro para la “democracia”,esa la de ellos la de unos pocos, la que siempre favoreció a los poderosos, haciendo más pobres cada día a los pobres. Son sectores confundidos donde hay que trabajar mucho.

Pero lo inaudito es que dentro del campo popular hayan voces que a veces, al  criticar a Chávez por errores cometidos, qué si los hay, esa critica no tenga un ápice de diferencia con la campaña que despliega el imperio .Esto sucede frecuentemente también en procesos como el de Evo en Bolivia, de Correa en Ecuador, que no son una taza de leche, pero que debemos reconocer que hay diferencias sustanciales, de estos procesos y sus enunciado y sus actos con cualquier gobierno neoliberal por no decir alguna dictadura del pasado.

Que estos procesos salgan adelante no es tarea de una persona en particular, es tarea de los pueblos organizados, con sus principios y sus armas que determinen las circunstancias concretas, para defender y profundizar los procesos de cambio  en marcha y luchar para evitar su desvío, hacia posiciones derechistas. Los responsables de los procesos, no sólo deben escuchar las criticas, sino aceptarlas y enmendar los errores si los hubiere, por la salud de los procesos.

Hay una premisa que tiene asidero para estas circunstancias de identificar al enemigo principal. “todo lo que el enemigo ataca, hay que defender y todo lo que el enemigo defiende, hay que atacar”.

Hay que seguir apoyando a Chávez, porque es un hombre que sus palabras se hacen realidad en  hechos concretos, al dar, a su pueblo más salud, educación, trabajo, alimentación, dignidad, y su proyecto estrella de dotar de vivienda a todos los venezolanos. Mis testigos son los millones de venezolanos beneficiarios, que hoy día son más sanos, comen mejor, con trabajo mejor remunerado y sobre todo, ven el futuro con esperanza y certeza en que día que pasa, el poder central está siendo traspasado al pueblo a través de más de 40.000 consejos comunales constituidos en todo el país, y la economía va camino a ser de todos los venezolanos y no de unos cuantos.

Este es el mejor ejemplo a seguir por  los demás procesos, para que sus pueblos sigan sintiendo que son los destinatarios finales de las medidas que deben de profundizarse en la construcción de una nueva sociedad de iguales.

No es delito ser opositor a Chávez, Evo  o de Correa, el delito es ser antinacional y antilatino americano, en estos momentos en que el sistema con las potencias mundiales, muestran sus músculos de fuerza y abuso, en su afán de repartirse su hegemonía de dominio en el mundo y nosotros necesitamos estar unidos y libres en la patria grande, para dejar de ser definitivamente patio trasero del imperio. 

(*)Ex Dirigente de la Central Obrera Boliviana  (COB)

josejustinianol@hotmail.com