
En otras palabras: cualquier persona puede ser detenida, torturada o asesinada si algún soldado estadounidense destacado en el lugar lo califica de “sospechoso”, sin que el agredido cuente con algún derecho a la defensa.
La decisión lo que hace es oficializar lo que ha sido la política de Estados Unidos para la región.
Es preciso recordar que la cárcel de Guantánamo alberga a decenas de prisioneros capturados en Pakistán y Afganistán, muchos de los cuales no sólo son inocentes, sino que padecen patologías mentales graves.
La administración norteamericana ha admitido en el pasado manejar una veintena de cárceles secretas en territorio afgano, donde los detenidos son interrogados durante semanas sin que se presenten cargos en su contra.
La red más secreta de las cárceles se basa en el campo de prisioneros bajo control estadounidense de Bagram y la base aérea en la provincia oriental afgana de Parwan.