En la céntrica Plaza Italia de Santiago una masiva demostración fue dispersada con carros lanzaaguas y bombas lacrimógenas, mientras cuadros análogos se reportaban desde las centrosureñas ciudades de Temuco, Valparaíso, Concepción, Coyhaique, Valdivia y Puerto Montt.
En la convulsa jornada nocturna trascendió además la detención de varios manifestantes, incluido el diputado independiente chileno Sergio Aguiló, reseñó Prensa Latina.
El hervidero de protestas se desató luego que una Comisión de Evaluación Ambiental dio luz verde a la construcción de Hidroaysén, una megacentral hidroeléctrica en la Patagonia del país, iniciativa considerada destructiva para el medio ambiente.
Sobre el esperado aval al proyecto, el director de Greenpeace, Matías Asún, consideró que se trata de un grave error por parte de las autoridades.
Hidroaysén a todas luces favorece a los monopolios, apuntó Asún, quien lamentó el menosprecio total a la población chilena, que en más de un 60 por ciento rechaza la propuesta.
La Patagonia se verá arruinada irreversiblemente para ser usada por unos 40 ó 60 años y luego abandonada, dejándola como un desastre ambiental, vaticinó el especialista.