
Con liturgia populista, durante el encuentro no faltó el batir de bombos en la calle, adentro un DJ que pasaba cumbia, -Macri de hecho se despidió bailando la canción de la cantante Gilda, “No me arrepiento de este amor”- y un espacio donde se les convidaba a los presentes con choripán.
También se escuchó a la banda panameña de reggaeton La Factoría y al grupo argentino de rock La Mancha de Rolando, que fue el que más adeptos despertó con su canción “Arde la ciudad”.
En tanto los cánticos estuvieron a la orden del día de parte de la juventud del PRO: “Bormbombón, borombóm, ahora Macri la reelección”, se entusiasmaban.
En otro tramo de su alocución Macri pidió a la militancia que saliera a las calles a tocar los timbres para llevar la propuesta del PRO a los vecinos de Buenos Aires.
“Salgamos a conquistar el corazón de cada uno de los porteños, para seguir progresando”, les rogó y les aseguró que “gobernar la ciudad de Buenos Aires es un gran orgullo” para él.
Asimismo reconoció que su gobierno tuvo dificultades, pero que después “se vieron compensadas por la actitud de la gente.
“Es una decisión de vida para mí concreta estar al servicio de la unidad nacional, vale la pena intentarlo, hay que enamorarse del futuro, porque eso nos va a llevar directamente a la unión de todos los argentinos”, indicó el jefe de Gobierno, antes los aplausos y chiflidos de los presentes.
Finalmente se despidió diciendo: “A trabajar, a trabajar, a trabajar”.
La expectativa de que Macri diera una pista sobre quién va a ser su vice jefe se vio frustrada, ya que no hizo ninguna mención al respecto.
Sin embargo de los tres candidatos que más suenan para ocupar ese puesto, la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal, el de Turismo y Cultura, Hernán Lombardi y el de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, a los dos primeros se los observó muy activos dando notas a los diferentes medios de comunicación.
En tanto Santilli mantuvo un prudente y distante silencio, y ni bien terminó el acto se retiró.