Agencias
Los partidos de la coalición de gobierno en Alemania acordaron un ambicioso plan de cierre gradual de las centrales nucleares del país que revoca la decisión tomada hace medio año de prolongar la vida útil de los reactores por una media de doce años. El nuevo plan fue presentado por la canciller Angela Merkel y busca prescindir totalmente de la energía atómica a más tardar en 2022. «Necesitamos una nueva arquitectura de nuestro sistema energético. Tras el desastre de Fukushima, se hizo prioritario reconsiderar el papel de la energía atómica», explicó Merkel.
La catástrofe de Japón reavivó las protestas antinucleares en Alemania y deparó severos reveses a los partidos del gobierno en las últimas elecciones regionales. Merkel estimó que el viraje a un futuro sin energía nuclear «también encierra grandes chances para las generaciones futuras» y convertirá a Alemania en una nación precursora en materia de política energética.
«Como gran país industrializado que somos también estamos en condiciones de conseguir el cambio hacia las energías de fuentes renovables. No sólo queremos prescindir de la energía atómica, sino también reducir en un 40 por ciento las emisiones de dióxido de carbono hasta 2020 y duplicar, de 17 a 35 por ciento, la cuota de energía procedente de fuentes regenerativas», alentó la mandataria germana.
En concreto, la CDU de Merkel y su socio en Berlín, el Partido Liberal, aspiran a dejar fuera de funcionamiento a las ocho centrales más antiguas del país con efecto inmediato y desactivar otras seis hasta 2021. Los tres reactores restantes quedarían en situación de «stand by» para casos de emergencia energética hasta 2022.
Los principales partidos de la oposición, el Partido Socialdemócrata y el Partido de los Verdes, se manifestaron dispuestos a hablar con el gobierno, que busca el consenso de todo el espectro político para una decisión que ya avala gran parte de la población.
Como era de esperar, la mayor federación industrial previno de los peligros en el suministro que podrían surgir sin energía atómica a disposición, luego de que el acuerdo forjado en horas de la madrugada en la sede de gobierno en Berlín causó el desplome de las acciones de las principales operadoras energéticas del país y la subida de los títulos de las compañías de energía eólica y solar. La empresa RWE comunicó que se reserva el derecho de acudir a la Justicia en caso de considerarlo necesario.