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La madre de uno de estos ‘liquidadores’, como se los ha empezado a llamar hace un tiempo, ha confesado al diario británico ‘The Daily Telegraph’ que su hijo y el resto de trabajadores se han reunido y han discutido sobre su situación llegando a la conclusión que su única posibilidad es la muerte.
«Mi hijo y sus colegas han analizado detenidamente su situación y se han resignado a morir si es necesario a largo plazo», ha afirmado la mujer. Además, una serie de mails, revelados por la prensa y que fueron enviados por los ‘liquidadores’ a familiares y miembros de Tepco, la Compañía de energía nuclear de Tokio, revelan las extremas condiciones en las que se encuentran.
«La ciudad en la que vivo, Namie-machi, fue arrasada por el tsunami. Mis padres fueron arrastrados por el tsunami y aún no sé dónde están (…) Estoy encadenado en un trabajo extremadamente duro bajo estas condiciones mentales. ¡No puedo más!», se angustia otro empleado en Fukushima.
«Todo el mundo ha perdido todo -su casa, su trabajo, su escuela, sus amigos, sus familias. ¿Quién puede soportar esta realidad? Yo te ruego que compartas esta realidad con la gente dentro y fuera de la empresa», reza otro de los mails. «Esto es como una zona de guerra».
“El terremoto es un desastre natural. Pero Tepco debería ser culpada por la emisión de materiales radiactivos procedentes de las plantas nucleares”, acusa otro de los mails.
Mientras, los conocidos en Japón como los ‘samurais de Fukushima’ temen por su vida, la empresa dueña de la central, Tepco, ha anunciado que debido a la escasez de medidores con los que se cuenta en la central se ha decidido reducir el número de personas que trabajan en la planta.