Lic. Robert Ostergel (*)


En Reikiavik la noticia corre de boca en boca y los ciudadanos están consternados e indignados por tamaña acción guerrerista y cobarde (así la califican), aunque los grandes medios concentrados mundiales hacen lo imposible para ocultarlo.


La noticia describe que “maniobras no declaradas con bombas nucleares sub-submarinas habrían sido el factor desencadenante del devastador terremoto y subsecuente tsunami en Japón”.


La información encapsulada fue suministrada por fuentes diplomáticas islandesas en base a reportes emitidos por servicios de inteligencia del país que señalan “al Pentágono causante de la desestabilización geofísica en un entorno de múltiples fallas terrestres y submarinas”.


Los informes señalan además que Estados Unidos sabía de la alta vulnerabilidad de las centrales nucleares japonesas “que no estaban diseñadas para resistir un tsunami” y que el momento estratégico para realizar la maniobra sería elegido por el Pentágono y no por el presidente Obama, de acuerdo al informe confidencial que circulo por Reikiavik.


El complejo militar-industrial norteamericano es el mayor centro de investigación, desarrollo y aplicación de las «armas de terremotos» con las que viene experimentando desde hace décadas y que están siendo utilizadas con mayor frecuencia en los últimos tiempos.

 

El informe filtrado asegura que China, Haití ( y tal vez Chile) a través del fenómeno de radiofrecuencias, pulso y plasma en el que se basa HAARP; como así también Japón con una nueva tecnología de bomba submarina ocasionaron los movimientos sísmicos más devastadores de los últimos tres años.


Los islandeses fueron los primeros en denunciar la presencia de partículas radioactivas que llegaron a las costas de de su país.


(*) Robert Ostergel es geólogo Especialista en Geofísica Alternativa en la Universidad de Reikiavik