En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores transmitió a Londres su “preocupación y rechazo” por el incidente entre unidades del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, por una parte, y de la Policía Real de Gibraltar y de la Armada Real británica, por otra.
El hecho ocurrió este domingo cuando efectivos del cuerpo castrense del país ibérico perseguían una embarcación de supuestos narcotraficantes procedentes de Marruecos.
Los agentes fueron objeto de insultos y amenazas por parte de los ocupantes de las patrulleras gibraltareñas que, según la Asociación Unificada de Guardias Civiles, llegaron a colisionar con el navío español, el cual sufrió daños.
Durante el día de hoy, se han realizado las gestiones oportunas ante el gobierno británico, a través de los canales diplomáticos habituales, para comunicar la preocupación y el rechazo del Gobierno de España por los hechos ocurridos, reza la nota de la cancillería.
Gibraltar es un territorio dependiente de Gran Bretaña con un estatuto específico en la Unión Europea.
Por el Tratado de Utrecht de 1713, Madrid sólo cedió a Londres la ciudad y el castillo de Gibraltar, junto con su puerto, defensas y fortalezas, pero no sus aguas territoriales ni su espacio aéreo, cuya soberanía no reconoce al Reino Unido.
En base a ese pacto, España se reserva el derecho a recuperar el territorio cedido a perpetuidad, en caso de que la Corona británica decidiera abandonarlo algún día.