Diego Jorge Moscatelli
Señor Director: En octubre del año pasado envié una carta con críticas por actitudes de Pino Solanas, que fue publicada. Comenzaba exactamente así: “Pino Solanas es un buen director de cine. Hace un tiempo ingresó en la política. Opino que sería saludable que siga dedicándose al cine”. Inesperadamente –o no–, actitudes y dichos de ese burdo personaje que simula ser político me obliga a hacer algunos agregados y rectificaciones a esa carta. Con estupefacción, vergüenza, bronca, y agreguen el término que quieran, escuché a este mercenario de la política decir expresamente que los votos de las provincias de Catamarca, Chubut y Salta son de baja calidad. Simultáneamente tuvo una actitud discriminatoria con una señorita que lo estaba atendiendo en un bar. También, y para no quedar desubicado y poder seguir perteneciendo a la cría del proceso –oposición–, ya se mostró los dientes con su adláter Lozano por la candidatura a jefe de gobierno, y entonces el “partiducho” Proyecto Sur ya igualó al radicalismo, al peronismo federal, a la coalición y al macrismo: son todos una auténtica bolsa de gatos. Quieren engrandecerse –imposible en personas de esta catadura– a costa del poder. Las personas honorables sabemos que esto es al revés: no es el cargo quien prestigia a uno, sino uno quien prestigia el cargo. Los ejemplos más claros los tenemos con Néstor y Cristina. Entonces rectifico lo que digo al comienzo de la carta enviada en octubre: que no se dedique más al cine tampoco. Este mediocre es un mercenario vendido a la primera billetera que se le cruce. Y con todo respeto, hago mías las palabras de Orlando Barone: este seudo político es tan mentiroso, que su cine aparentemente progresista, es ficticio y utilizado como una careta detrás de la cual se oculta un mercachifle de ideología barata y un temible reaccionario. Y otra cosa: ya le cambié el apodo. Decirle Pino es compararlo con algo alto e imponente. Lo llamo “Dichondra” (planta enana y rastrera) Solanas. Está más de acuerdo con su ideología y su estatura como persona.