Patria Grande

El mandatario saliente aparentemente estaba negociando su salida después del asalto militar emprendido por las fuerzas leales a Alassane Ouattara, y de los bombardeos lanzados desde ayer por la UNOCI y las tropas francesas.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, por su parte, ha reclamado hoy en una conversación telefónica con el presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, que forme un gobierno de unidad nacional cuanto antes, según ha informado el ministro de Asuntos Exteriores galo, Alain Juppé.

Juppé, movido por su espíritu colonialista sobre Costa de Marfil, ha afirmado que cree que Ouattara es un demócrata y que está dispuesto a lograr un acuerdo de reconciliación pacífica en Costa de Marfil, el mayor productor de cacao del mundo y que sufrió una guerra civil entre los años 2002 y 2003.

El canciller adelantó sobre una posible declaratoria de amnistía que Ouattara ofreciera a los funcionarios de Gbagbo e incluir a algunos de ellos en el nuevo gobierno de unidad nacional, según Juppé.

Preguntado sobre si a Gbagbo se le permitirá continuar en Costa de Marfil si renuncia al poder, el ministro de Asuntos Exteriores galo ha contestado que esa decisión corresponde a las “autoridades de Costa de Marfil”.

“Hemos solicitado a la UNOCI que garantice la seguridad física su seguridad física y la de su familia”, ha añadido Juppé. En la misma comparecencia, el ministro de Defensa francés, Gerard Longuet, ha sugerido que Gbagbo podría exiliarse en algún país de Africa. “Hay muchos países africanos dispuestos a dar la bienvenida a otros hermanos africanos”, ha dicho.

Alain Juppé