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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, repudió hoy una masacre en una escuela de Río de Janeiro y rindió un sentido homenaje a quienes calificó de menores inocentes que perdieron la vida y el futuro a tan temprana edad.

Al participar en un acto oficial en el Palacio de Planalto para celebrar el arribo al millón de brasileños formalizados como pequeños emprendedores, Rousseff afirmó que ese hecho podría ser motivo de fiesta, pero no iba a pronunciar un discurso porque hoy también tenía algo que lamentar.

Esta mañana, un tirador, identificado como Wellington Menezes de Oliveira, de 23 años, mató a 10 alumnos e hirió a otros 17, algunos de ellos de gravedad, en la Escuela Municipal Tasso da Silveira, en Realengo, zona oeste del estado de Río de Janeiro. Después de ser herido por un policía, el pistolero se suicidó.

Rousseff señaló que “no era característico del país este tipo de crimen. Por eso, considero que todos aquí, todos nosotros, hombres y mujeres aquí presentes, estamos unidos en el repudio a aquel acto de violencia, en el repudio a este tipo de violencia, sobre todo con menores indefensos“.

Visiblemente emocionada, la presidenta brasileña sostuvo que concluía su intervención con un homenaje a los infantes inocentes que perdieron hoy la vida y el futuro, allá en Realengo.

Ya con lágrimas en los ojos, Rousseff propuso “un minuto de silencio para que mostremos nuestro homenaje a esos brasileñitos que fueron retirados tan temprano de la vida”.

La tragedia ha conmovido a Brasil, al punto que las principales emisoras nacionales de televisión y radio interrumpieron sus programas habituales y transmitieron en vivo todas las incidencias del lamentable episodio.

En declaraciones a la prensa, el coronel de la Policía Militar Djalma Beltrame apuntó que Menezes de Oliveira era exalumno de ese centro educativo, con matrícula de unos mil estudiantes en dos sesiones, de entre nueve y 14 años de edad, y logró entrar al local haciéndose pasar por un conferencista.

“Él tenía la determinación de suicidarse después de la tragedia”, aseguró Beltrame, quien agregó que el homicida dejó una carta.

Versiones de la Policía Militar refieren que el tirador entró con dos revólveres, que recargó en varias oportunidades, y de ahí la gran cantidad de víctimas. Hasta ahora se desconocen las motivaciones de Menezes de Oliveira para cometer esa masacre.