Países de Suramérica, entre ellos miembros de la UNASUR y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), de África, Asia y el Caribe, demandan del Consejo de Seguridad “la toma de medidas urgentes que conduzcan a un inmediato cese al fuego y una solución pacífica y sostenible, reflejando la voluntad del pueblo Libio”.
Sostienen que sólo de esa manera se podrá poner fin al sufrimiento del pueblo de ese país norteafricano.
Esta iniciativa, a la cual se espera que se vayan sumando más firmantes, es respaldada por países, miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, tales como India, Brasil y Sudáfrica.
La decisión de los países firmantes de la comunicación, elevada al Consejo de Seguridad, reafirma su vocación por la paz, el entendimiento y la oposición a la guerra y a la violencia, reivindican el principio de defensa de la soberanía y la necesidad de preservar la unidad e integridad del territorio libio, y responde a la inquietud que ha provocado la interpretación de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad, dijo el representante Permanente de Venezuela, embajador Jorge Valero, quien fue comisionado para entregar la misiva al presidente del cuerpo de la ONU.
Enfatizó que los pueblos soberanos deben ser los únicos protagonistas de su historia y que ninguna fuerza extranjera está autorizada para intervenir en los asuntos internos de la nación libia. Invocó la Carta de la ONU y recordó que bajo la Carta el Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad primaria de mantener la paz y la estabilidad en el mundo en general, al tiempo que instó a la países amantes de la paz a detener la guerra contra Libia.