Agencias

Ginebra, marzo 4 – La secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, instó hoy a las autoridades de Libia a proporcionar inmediato acceso al país a las agencias humanitarias ante el deterioro de la situación.

“La ONU pide acceso inmediato y sin restricciones para los trabajadores humanitarios en Libia”, dijo Amos durante una conferencia de prensa en Naciones Unidas, en la que expresó su extrema preocupación por la situación humanitaria, especialmente en el oeste del país.

“No tenemos acceso y no sabemos cuáles son las necesidades” en esa zona, dijo.

Amos anunció que el lunes dará a conocer en Ginebra la cifra de los fondos requeridos para atender las necesidades humanitarias en Libia y en sus fronteras con Túnez y Egipto, y este mismo viernes dirigirá una petición por carta a los países donantes.

La responsable de la asistencia humanitaria de la ONU indicó que unas 180.000 personas ya han salido del territorio libio y que en su mayoría se han dirigido hacia las zonas fronterizas de Túnez, Egipto y Níger.

Asimismo indicó que el flujo de personas de diferentes nacionalidades que a diario abandona el país magrebí es muy elevado, y “son números difíciles de manejar para cualquier país, y que van en aumento”.

También señaló que el jueves hubo un descenso de las personas que cruzaron la frontera, que pasó de 10.000 a 15.000 diarios a 2.000, después de que hombres fuertemente armados y afines al régimen de Muamar el Gadafi tomarán el control fronterizo del lado libio.

Amos señaló que se necesita proporcionarles cobijo, además de agua, alimentos y sanidad, algo que por el momento están realizando las autoridades tunecinas, mientras que las agencias de la ONU planean distribuir material sanitario de primera necesidad a las mujeres que cruzan la frontera, al igual que apoyo psicosocial a quien lo necesite.

La responsable humanitaria de Naciones Unidas anunció también que este mismo viernes emprenderá viaje hacia Túnez, para evaluar y coordinar mañana con las autoridades de ese país y las agencias del organismo multilateral las necesidades.

Respecto a los reportes de prensa relativos al aumento de las víctimas por el recrudecimiento de los combates, Amos y el portavoz de la ONU, Martin Nesirky, señalaron que por el momento no han podido obtener información contrastada.

Nesirky se refirió también a la carta dirigida por el régimen de Gadafi al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la que releva a su representante permanente, el embajador Abdurrahman Mohamed Shalgam, y a su adjunto Ibrahim Dabashi, al frente de la legación diplomática para nombrar en su lugar a Ali Treki.

“El secretario general ha recibido correspondencia de las autoridades de Libia, que dice que es Treki a quien quieren como representante permanente ante la ONU”, informó Nesirky.

Treki es un diplomático libio, cercano a Gadafi y su entorno, que presidió el 64 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que concluyó en septiembre pasado.

Nesirky, que indicó que el secretario general de la ONU no ha tenido contacto con Treki desde entonces y que desconocen si el diplomático libio está o no en Nueva York, señaló que Libia “como cualquier estado soberano tiene derecho a nombrar y revocar el nombramiento de quienes quieren que sean su representante permanente y su adjunto”.

“Es complicado. Estamos ante unas circunstancias inusuales”, admitió el portavoz, que señaló que en estos momentos la secretaría general del organismo estudia la misiva recibida de Trípoli pidiendo la retirada de credenciales para Shalgam y Dabashi que se han declarado en rebeldía y pasado a la oposición libia.

El documento está siendo estudiado y, como sucede en este tipo de casos, debe ser el comité relevante de la Asamblea General de la ONU el que determine la validez de la solicitud, agregó el portavoz.

Dabashi fue uno de los primeros diplomáticos libios en el exterior en cortar relaciones con Gadafi, en respuesta a la violenta represión del régimen a las protestas populares que desde hace tres semanas piden un cambio político en el país magrebí.

Después se le sumó oficialmente el resto de la Misión de Libia ante la ONU y Shalgam, que en principio se había negado a abandonar a Gadafi, pidió el pasado viernes al Consejo de Seguridad, en una dramática intervención, la imposición de sanciones al régimen y exigió al líder libio que abandonara el poder.