Apenas una semana después de que se produjera el terremoto, los niveles de radiación habían ascendido en California, en la costa oeste de Estados Unidos, y el pasado martes ya habían llegado partículas radiactivas a Islandia.
Siguiendo este patrón, fuentes de la CTBTO citadas por Kiodo indicaron que en los próximos días la contaminación procedente de Fukushima llegará a los países europeos y que en un margen de entre dos y tres semanas habrá recorrido todo el globo, aunque sin perjuicio para salud humana.
Los vecinos regionales de Japón han expresado su preocupación por que este desastre perjudique al medio ambiente asiático, no obstante, tanto la Agencia Internacional de la Energía Atómica como la Agencia de Seguridad Nuclear nipona han descartado este extremo.