De acuerdo con S.P. Dash, director del Centro Integral de Pruebas de Chandipur, estado de Orissa, la prueba que tuvo lugar en el Golfo de Bengala fue «fantástica».
El funcionario explicó a la agencia local IANS que el cohete interceptor fue disparado desde la isla de Wheeler, pocos minutos después del lanzamiento de un misil balístico Prithvi II desde Chandipur, a unos 70 kilómetros de distancia.
Además de los Prithvi (Tierra en sánscrito), la India cuenta en su arsenal con la serie Agni, también de diferentes alcances, y el Brahmos, este último desarrollado en cooperación con el complejo militar ruso.
Todos tienen capacidad para portar ojivas nucleares, y forman parte de la carrera armamentista que el país surasiático mantiene con Paquistán, que también fabrica sus propios misiles balísticos.