Es en el Libro Verde donde se contrapone la «democracia representativa» y la «democracia participativa». Es en el Libro Verde donde se explican los Congresos Populares, los Comites Populares, Sindicatos y Uniones profesionales, base fundamental de la democracia, que forman la Asamblea Nacional o Congreso Nacional del Pueblo que es el centro del poder y de donde parten todos los planes que deben ejecutar las Secretarias Ejecutivas (Presidente y Ministros). La figura de Presidente y Ministros no existe en Libia. Kadaffi no es el Presidente, es el lider de la Revolución que por mandato de la Asambla Nacional y como reconocimiento a su pensamiento y acciones revolucionarias y antimperialistas, preside la Secretaría Ejecutiva y ejecuta las políticas de los Comites Piopulares, y que han hecho de Libia, lo que hoy es.
En 1982 se realizó en Caracas un Congreso Mundial del Libro Verde, patrocinado por la Universidad Central y organizado por Domingo Alberto Rangel y Pedro Duno, entre otros. Al año siguiente se realizó el Congreso en Bengasi. Asistimos a ambos eventos y tuvimos la oportunidad de palpar los éxitos de la Reforma Agraria y en general el desarrollo económico y social de la Jamairiya Popular y Socialista del Pueblo Libio.
En Venezuela se organizaron Comites Populares de Base, participé en el de Barinas y el de Mérida, que se reunían para discutir los planes de la Asamblea Nacional Libia, en atención al material (documentos) enviado desde Libia (políticas educativas, agrícolas, sociales, el presupuesto anual del Estado Libio, etc.) De ese Comite de base de Barinas, de Mérida o de otras ciudades venezolanas, se nombraba un delegado que viajaba a Tripoli para participar en la asamblea anual del Congreso General del Pueblo Libio.
En el gobierno de Lusinchí, el local del Comité Popular de Base de Barinas fue asaltado por la digepol (Pérez Cisco), el mobiliario fue robado y las intalaciones destruidas, algunos participantes del Comite fueron detenidos y encarcelados como delincuentes.Igual suerte tuvo el Comité Popular de Mérida y de otras ciudades.
En 1969 Libia era el país más pobre y atrasado de Africa.
En el 2011 Libia es el país más rico de Africa y con el mejor nivel de vida de su población.
Veamos algunas cifras:
Las mejoras sociales fueron notables llegando el PIB por habitante a 14.533 US dólares; el crecimiento anual del año 2010 fue de 6,7/%. Las expectativas de vida son de 74 años y la mortalidad infantil es de 18 por 1000. El analfabetismo es de 5,5 en hombres con un gasto en educación de 2,7% del PIB mayor que el gasto el gasto en defensa que es de 1,1% del PIB.
Su deuda externa es de 5.521 millones de US dólares y sus importaciones son de 11.500 millones de dólares, con exportaciones por 63.050 millones de dólares. Sus principales proveedores son la UE con 48,7%, (Italia 22,7%) y Asia con 31,1%.
Algun otro país en Africa o América Latina ¿puede presentar estas cifras de desarrollo económico y de bienestar colectivo?
Entonces, ¿en dònde está la desbandada antikadafista interna de la cual se vale el imperialismo para atacar a Libia?
En términos muy venezolanos, hace unos 15 o 20 años, Kadaffi comenzó a saltar la talanquera del antiimperialismo, abandonó las ideas de la democracia directa plasmadas en el Libro Verde, estableció un gobierno autocrático con sus hijos y los más allegados de su tribu, cuyo centro de poder está en Tripoli.
La traición de Kadaffi está, en pimer lugar, en abandonar el proyecto democrático del Libro Verde y permitir que el 30% de la población libia viva en la pobreza.
Y en segundo lugar, haber abandonado su liderazgo antimperialista, que despertó la admiración de los pueblos del mundo. Entró en componendas con Estados Unidos, con Inglaterra al traicionar a los luchadores del IRA que habían recibido entrenamiento en Libia y entregar sus nombres, en abrazarse con Zapatero y el rey de España para hacerle concesiones a Repsol. Igual con Francia y la Total, igual con la BP inglesa, la ENI italiana y empresas petroleras yanquis. Haberle dado entrado al FMI y la privatización de empresas estatales.
Los pueblos no perdonan las traiciones.
Recuerdo que hace unos veinte años, luego de nuestra participación en eventos del Libro Verde, conversaba con Domingo Alberto Rangel sobre su alejamiento de Libia y la participación en la promoción del Libro Verde y Domingo me decía que Kadaffi había comenzado a traicionar los postulados del Libro Verde. Opinión que también me confirmó Pedro Duno, en una oportunidad que coincidimos en San Cristóabl en un evento con motivo de la invasión de la Unión Soviética a Afganistán.
Lo lamentable, de los sucesos actuales de Libia , está en haber perdido la oportunidad de tener el liderazgo y ser el modelo de democracia a imitar por las revoluciones populares que se están dando en Egipto, Túnez y otros países con dictadores, jeques, monarcas al servicio del imperialismo.En lo cual radica la gran diferencia con las protestas en Libia.
En todas esas protestas multitudinarias el grito común es ¡Democracia! El denominador común es el reclamo de ¡Democracia! Eso, en lo cual Libía es modelo en el mundo con el Libro Verde.
No son las ideas del Libro Verde las que están fracasando en Libia (es el kadafismo), como tampoco fue el socialismo lo que fracasó en la Unión Soviética (fue el estalinismo).
Hay que aceptar que el Kadaffi antimperialista, socialista, democrata a carta cabal, autor del Libro Verde, por el cual sentimos admiración y respeto, no es el mismo Kadaffi que vemos hoy, que en ningún párrafo de su discurso habla de las conquistas sociales de Libia, que no enarbola de nuevo las banderas antimperialistas y que busca el pretexto de ser atacado por Al Kaeda, fantasma creado, inventado por el imperialimso para justificar sus políticas genocidas en todo el mundo, con un «terrorismo» que sólo existe en sus mentes enfermas, pero, que no es otra cosa sino la expresión de odio de los pueblos del mundo contra sus guerras infames, contra la explotación, la rapiña y saqueo que realizan sus empremsas transnacionales. Contra las bases militares que han instalado en todos los países que lo permiten (800 o 1000 bases militares).
Parece que el paso de los años en algunas personas nubla la mente.
El octagenario Kadaffi de hoy, nada tiene que ver con el joven militar, discipulo de Násser, que liderizó la Revolución Libia de septiembe de 1969.
De aquel Kadaffi, nos queda la imagen y queremos conservarla.
leonmoraria@gmail.com