Esta situación que se desarrolla en la actualidad en el norte de África debe ser valorada políticamente por las y los revolucionarios, el imperialismo estadounidense se irgue mostrando su poderío diplomático en el Consejo de Seguridad de la ONU, garantizando con sus principales aliados los votos mayoritarios para intervenir Libia, contando además con la complacencia inefable de los abstencionistas con posibilidad a veto como lo son Rusia y China. Esto demuestra que las potencias imperialistas cuentan con los instrumentos legales para intervenir cualquier país cuando sus apetencias voraces de necesidad energética o ubicación militar estratégica así lo requiera.
Hoy es Libia, esa nación gobernada por el presidente al que hace algunos meses los gringos y europeos consideraban un excelente inversionista, al mismo que le proveían grandes cantidades de armas con sellos de Made in USA; pero Gadafi no les sirvió mas, no les conviene en este momento, en el que la crisis económica y energética, en el marco de la crisis general del capitalismo se profundiza en los países europeos y en EEUU, esto se traduce en la necesidad imperialista de hacerse del potencial petrolífero y acuífero de Libia, lo que representa un nuevo reparto de las riquezas naturales de esta nación.
Debe valorarse además el papel de las empresas capitalistas de comunicación social en el mundo, quienes crearon las condiciones subjetivas informando las posiciones de los rebeldes como se hace llamar la oposición a Gadafi, lo que demuestra a nivel periodístico no solo la poca ética periodística con la que actúan al reseñar una sola posición, sino que también su actitud está totalmente plegada a la voracidad imperialista al crear las condiciones para la intervención y justificar los ataques donde mueren inocentes, esto debe ser condenado por los pueblos del mundo, orientando además hacia la comunicación alternativa comunitaria que organice y desmienta las posiciones de las transnacionales monopólicas de la información.
Seguidamente debemos ver como se han desarrollado los acontecimientos en Libia, el poderío militar que está siendo usado no solo a nivel de avance tecnológico, sino a nivel de costos, que representa un elemento fundamental para el imperialismo en esta guerra, puesto que las invasiones, intervenciones militares y guerras reactivan la industria militar capitalista lo que se traduce en la venta de armamentos y municiones, representando esto, un alivio y una salida a la crisis capitalista en la que siguen hundidos; Podemos observar el uso de misiles Tomahawk fabricados por la corporación militar Raytheon, los cuales tienen un costo de 569.000 $, el 23 de marzo un vocero del Pentágono de los EEUU informó a la prensa sobre el uso de 162 de estos misiles en sólo 5 días de iniciada la intervención militar, esto es en total 92.178.000 $, sin contar el costo de los misiles lanzados por los aviones en su mayoría F-15 utilizados por la aviación de los EEUU.
Demostrando así que la guerra representa siempre una salida rentable para las potencias imperialistas salir de la crisis, producto de que con estas se reactivan las corporaciones industriales militares, se destrozan medios de producción y centenares de edificaciones y casas, lo que se traduce en venir luego con las transnacionales de la construcción para desarrollar lo que llaman “la reconstrucción del país”. Además de esto la guerra sirve para la apropiación de materias primas baratas, elementos con lo cual podemos afirmar que esta invasión busca nada más y nada menos que apoderarse del principal recurso energético utilizado por las potencias imperialistas como lo es el Petróleo, y que Libia cuenta con las reservas probadas de petróleo más grande de África y la novena más grande del mundo, a decir de su cercanía con Europa. Pero es importante resaltar también que para EEUU en particular seria un puente de mucha relevancia para desestabilizar la OPEP, para tratar de bajar los precios del crudo y con esto pretender asfixiar la economía venezolana, no podemos perder de vista que esto, el cual es un plan bien dirigido desde la Casa Blanca.
Todo esto nos lleva al valorar que Hoy es Libia ¿Mañana Quien?, y lamentablemente no conseguimos otra respuesta a que el objetivo del Pentágono y la Casa Blanca no es otro que Venezuela, país en el cual contamos con la mayor reserva certificada de petróleos del mundo, con 297 mil millones de Barriles de crudo, sumado a los “147 billones de pies cúbicos (BPC) (4,15 Billones de m3) de reservas de gas probadas, además posee recursos entre 40 y 60 BPC por confirmar. Dichas cifras representan el primer lugar de América Latina, la novena a escala mundial y la séptima respecto a los países que integran la OPEP.”[1], todo esto, más nuestro potencial en recursos minerales y acuíferos representa una gran apetencia para el imperialismo Estadounidense.
Debemos ver que no es casual la ubicación de bases militares de EEUU en Colombia y Panamá, así como la reactivación desde el 2008 de la Cuarta Flota de los EEUU con posicionamiento en el Mar Caribe con la excusa de evitar el narcotráfico, todo esto representa una preparación de la principal potencia militarista del mundo para atacar en cualquier momento a nuestro pueblo, hemos visto como se hacen del estamento jurídico internacional, y si no lo atropellan con la finalidad de lograr sus objetivos.
Con esto, debemos concluir en la necesidad irremediable de que hay que prepararse desde las fuerzas revolucionarias, aprovechar arduamente las condiciones favorables que tenemos en nuestro país para fortalecer el proceso revolucionario, pues existe un enemigo al acecho que en cualquier momento nos puede atacar. Debemos dejar la mezquindad dentro de las organizaciones revolucionarias y comprender verdaderamente desde el punto de vista de clase quien es nuestro enemigo, la organización representará la garantía del triunfo para nuestro pueblo y la imposibilidad de que las potencias imperialistas logren triunfar sobre nuestra patria, en este sentido debemos alzar nuestra voz de protesta en el marco del internacionalismo proletario contra la intervención militar del hermano pueblo de Libia, movilizarnos a nivel mundial exigiendo el cese inmediato de las operaciones militares de los países de la OTAN contra Libia y condenar el papel complaciente de la ONU, reafirmando que son los pueblos con sus luchas particulares de clase los que deben definir el rumbo de sus vidas; hoy más que nunca que viva el heroico pueblo de Libia, no queda más que repetir la Azaña de Vietnam.
biorock@gmail.com
