Lejos de incentivar la recuperación económica, los duros ajustes aprobados por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero están haciendo estragos en España. Ayer se dio a conocer el enésimo dato que confirma la debacle del país: el número de desempleados registrados en los servicios públicos de trabajo alcanzó, en febrero, los 4,29 millones, la cifra más alta de los últimos 15 años. El incremento fue de 68.260 personas en comparación con enero, lo que supone una subida del 1,6% en el número de desocupados que se inscriben para cobrar subsidios.
La tasa de desempleo, cuya cifra se elabora trimestralmente, está situada en el 20,3% de la población, después de un leve descenso en el tercer trimestre de 2010 que resultó ser un espejismo.
Por sectores, los servicios se llevaron la peor parte, ya que acaparó casi el 60% de la subida en la cantidad de desempleados.
El gobierno admitió que se trata de un dato negativo, pero precisó que el incremento es mucho menor al registrado en el mismo mes de los dos últimos años. En 2010, el desempleo subió en 82.132 personas, mientras que en 2009 se registraron 154.058 nuevos desocupados.
Es “un mal dato”, admitió la ministra de Economía, Elena Salgado, en una entrevista radiofónica.
Sin embargo, la funcionaria minimizó el impacto de la nueva cifra negativa al recordar que enero es “siempre” un mes malo para el empleo.
Desde Túnez, donde se encuentra en visita oficial, el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, consideró que la incipiente recuperación económica de España permitirá crear empleo en el segundo semestre de 2011. “La recuperación económica está en marcha. Es lenta, pero está en marcha”, dijo el mandatario. “No es un buen mes ni es un buen dato. Pero la economía debe y empezará a generar empleo”, añadió. Además, apostó a que el segundo semestre será mejor para la generación de puestos de trabajo. Sin embargo, para Zapatero la recuperación tomará velocidad recién en 2012, cuando comenzará a sentirse en la economía de las familias y en la sociedad en general.
Luego de la firma con los sindicatos y las patronales del pacto social y económico –que tiene como punto cardinal la reforma del sistema de pensiones–, el jefe del Ejecutivo había reconocido que “no hay consuelo para las cifras de paro” (desempleo) ni “resignación posible”.
Algunos expertos afirmaron que estos datos evidencian que la reforma laboral impulsada por el gobierno no está cumpliendo sus objetivos de creación de puestos de trabajo.
“Los números vaticinan un panorama negativo para la economía española en 2011”, afirmó Javier Díaz Giménez, profesor de Economía en la IESE Business School de España. “Sugiere que la reciente reforma laboral ha servido de poco para fomentar el empleo y que es necesario una reforma más profunda.”
El número de desempleados alcanzado en enero es el más alto de toda la serie histórica, que comienza en 1996 y por tanto también el mayor durante la crisis económica que sigue azotando a España. Respecto a diciembre, el aumento del desempleo fue del 3,2%.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) dados a conocer la semana pasada son incluso peores que los del Ministerio de Trabajo: 4,7 millones de trabajadores se encuentran sin empleo, un 20,33%, según la Encuesta de Población Activa (EPA).
Los datos de afiliación a la Seguridad Social tampoco fueron positivos en enero: perdió 223.143 afiliados, la séptima caída consecutiva, según los datos del Ministerio de Trabajo.