«Como parte de eso, estamos reposicionando fuerzas, para que ofrezcan esa flexibilidad una vez que se tomen decisiones», reveló este lunes el portavoz del Pentágono, coronel Dave Lapan.
Señaló que el “redespliegue de las fuerzas de EE.UU. daría al presidente Barack Obama un abanico de posibilidades ante la crisis”.
Lapan no específico qué buques o aviones han recibido la orden de reposicionarse, ni qué posibles acciones se están considerando exactamente.
Este lunes, Estados Unidos y sus aliados de Europa y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) debatieron en Ginebra, Suiza, la manera de poner fin a la situación que vive Libia desde hace 15 días y de acelerar la salida de Gaddafi del poder.
«Debemos trabajar todos juntos (en la adopción de) medidas suplementarias para que el Gobierno de Gaddafi rinda cuentas, para prestar ayuda humanitaria y para apoyar al pueblo libio en su búsqueda de la democracia», dijo en la reunión la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton.
«No se descarta nada mientras el Gobierno libio siga amenazando y matando a ciudadanos libios», agregó.
Asimismo, recordó que Estados Unidos “tal como ustedes saben, tenemos fuerzas navales en el Mediterráneo”.
A su vez, Catherine Ashton, jefa de la diplomacia de la Unión Europea, insistió en la necesidad de coordinar las sanciones internacionales. Los 27 Estados miembros de la Unión Europea anunciaron sanciones contra Gaddafi y su familia, dos días después de que lo hicieran Estados Unidos y la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Este sábado, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad una resolución que impone sanciones contra Libia, entre las que se incluye el bloqueo de los bienes en el exterior del presidente Al Gaddafi y un embargo de armas.
La decisión adoptada por los 15 miembros del organismo de la ONU, autoriza también a que la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, abra una investigación sobre las violaciones de derechos humanos en las que puede haber incurrido el Gobierno libio.
La prohibición de viajar y el congelamiento de activos recae sobre Gaddafi y siete de sus hijos, así como sobre otros miembros de la familia y funcionarios de defensa e inteligencia.