Hoover estudió fragmentos de varios tipos de meteoritos condritos carbonáceos, que puedencontener niveles importantes de agua y material orgánico.
Allí encontró criaturas con aspecto de bacteria que llamó “fósiles indígenas”, que cree se originaron fuera de la Tierra y no una vez que aterrizaron en ella.
El científico Richard Hoover acompañó su artículo con fotos en las que aparecen formas similares a gusanos.
“Estas bacterias fosilizadas no son contaminantes para la Tierra sino que son restos fosilizados de organismos vivos que existieron en cuerpos celestes similares a los de ese meteoro, como cometas, lunas y otros”, señala.
La noticia generó tanto entusiasmo como escepticismo entre los expertos, de los cuales un centenar está estudiando el hallazgo.
“Dado el carácter controvertido de este hallazgo, invité a 100 expertos y mandé una convocatoria general para que unos 5.000 científicos revisaran el artículo y brindaran un análisis crítico”, afirmó Hoover.
Los estudios que afirman que los meteoritos pueden contener microbios extraterrestres no son nuevos y despertaron grandes debates sobre cómo podría existir vida en el espacio y cómo y dónde la vida pudo haberse originado en el universo.