Esta semana se han recrudecido los enfrentamientos entre los dos bandos opuestos tras las elecciones del pasado mes de noviembre, en las que el Consejo Constitucional dio como vencedor al presidente saliente, Laurent Gbagbo, y la Comisión Electoral Independiente, sin embargo, proclamó a su rival, Alassane Ouattara, como ganador de los comicios. Desde entonces, el país tiene un presidente electo que controla los resortes del Estado (Gbagbo) y otro apoyado por la comunidad internacional recluido con su equipo en el Hotel Golf de Abidjan y haciendo llamadas permanentes a la desobediencia y las revueltas (Ouattara).
El pasado martes por la noche, el Ejército (pro Gbagbo) y los rebeldes de Fuerzas Nuevas (pro Ouattara) se enfrentaron en el oeste del país, en concreto en la zona de Zouan-Hien, cerca de la frontera con Liberia. Aunque ambos bandos discrepan respecto a quién inició las hostilidades, pues se acusan entre sí, lo cierto es que se han producido decenas de bajas. Fuentes de Naciones Unidas en Costa de Marfil han confirmado que “estos combates son muy inquietantes y suponen un alto riesgo de deriva hacia un conflicto armado”.
Mientras en el oeste, Ejército y rebeldes se preparan para nuevas hostilidades, en los barrios pro Ouattara de Abidjan, la capital económica del país, el llamamiento a la revolución lanzado por el líder rebelde Guillaume Soro, primer ministro de Ouattara, parece haber tenido un éxito relativo en algunos puntos. En Abobo, pero también en Adjama y Treichville, grupos de jóvenes fuertemente armados se enfrentan desde el domingo con el Ejército, que intenta desactivar esta guerrilla urbana empleando toda su fuerza. Un habitante de Abobo confirmaba este jueves a GuinGuinBali vía telefónica la dureza de los combates mientras, de fondo, se podían escuchar claramente los disparos y las detonaciones.
Este enfrentamiento entre la guerrilla urbana y Ejército ha provocado que muchos vecinos de Abobo hayan intentado huir hacia otros puntos de la ciudad, aunque también otros han optado por quedarse para intentar proteger sus casas de los pillajes. Y la tensión, lejos de disminuir, va en aumento. Los jóvenes pro Ouattara están preparando en colaboración con el Ejército rebelde de Fuerzas Nuevas una gran marcha sobre la capital, Yamoussoukro, para intentar desalojar a Gbabgo del poder
Mientras el oeste del país y ciertos barrios de Abidjan son el escenario de esta violencia, en el terreno político y económico las noticias tampoco son buenas. La asfixia económica que está provocando el cierre de muchas empresas y bancos ha llevado al Parlamento a dar su apoyo al proyecto del Gobierno de crear una nueva moneda y salirse definitivamente de la unión monetaria del Franco CFA. Y el panel de cuatro jefes de Estado que intenta encontrar una salida a la crisis aún no ha presentado oficialmente sus propuestas.