Insurgente
A Egipto le espera (en el mejor de los casos) una larga transición política. Mubarak al parecer no renunció al Partido. Pero sí lo hizo su hijo Gamal a quien el mismo Mubarak lo hizo salir, y al resto de la cúpula partidaria. Gamal Mubarak (47 años) es el encargado de los negocios y se preparaba para suceder a su padre en la Presidencia de Egipto, algo que hoy es imposible siquiera pensarlo.
ENVIADO DE OBAMA APOYA A MUBARAK; PERO EEUU LO DESMIENTE
El enviado personal del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para Egipto, Frank Wisner, ha defendido que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, se mantenga en el cargo para conducir los cambios en el sistema político.
«Necesitamos conseguir un consenso nacional en torno a las condiciones previas para el siguiente paso. El presidente debe mantenerse en el cargo para conducir estos cambios», ha afirmado Wisner en su intervención por videoconferencia desde Washington difundida en la Conferencia de Seguridad de Múnich, Alemania.
«Hay una oportunidad de avanzar. Es frágil. Está en la primera fase. Las cosas podrían ir mal. Pero la dirección es prometedora», ha opinado Wisner.
EEUU DESMIENTE A WISNER
El Gobierno de Estados Unidos se desmarcó de las declaraciones de su enviado a Egipto, Frank Wisner, quien ayer dijo que el presidente Hosni Mubarak debe conservar su cargo para que haya una solución a la crisis en el país.
La BBC informó que el Departamento de Estado difundió un comunicado en el que asegura que los comentarios del Wisner son personales y no representan la postura del Gobierno norteamericano sobre la situación en Egipto.
Ayer, Wisner aprovechó una conferencia en el encuentro de seguridad de Munich para asegurar que Mubarak debía permanecer como presidente de Egipto. “Es la ocasión para que él mismo decida sobre su herencia”, comentó.
El enviado agregó que la situación en el país no podía ser calificada como un “caos total” y confió en que Mubarak “quien ha dedicado 60 años de su vida al servicio de su país puede mostrar el camino a seguir”.
BUSCAN ESTAFAR AL PUEBLO EN LA CALLE
La nación entera, 80 millones de egipcios, había contraído una deuda eterna con los héroes de Tahrir, las decenas de miles de hombres y mujeres que resistieron furiosos embates de la policía, primero, y después de los matones del régimen, en buena parte policías de civil.
Fue un grupo heterogéneo de jóvenes, profesionales, obreros y Hermanos Musulmanes que se atrincheraron en la plaza, dispuestos a vencer o morir, y animaron con su valor a millones de egipcios que perdieron el miedo y, tras el inicial martes de esperanza, siguieron manifestándose hasta persuadir al régimen de que su violencia era inútil.
Las imágenes de los matones cargando contra la multitud a lomos de caballos y camellos, entre tanques y pedradas, habían de perdurar en la memoria como una metáfora de las fuerzas en conflicto.
La lección de Tahrir, de Alejandría, de la oleada de libertad egipcia, abarcó mucho más que un país. Si el detonante del cambio árabe fue la revuelta de Túnez, Egipto fue la explosión
El relevo al frente del partido de Mubarak no parece que vaya a cambiar mucho el ánimo del pueblo egipcio, dijo Bilal Fathi, de 22 años y miembro del movimiento anti Mubarak.Fathi agregó que “esto es una treta del régimen que no colma nuestras demandas”.
Mientras, miles de personas continúan haciendo guardia en la plaza de la Liberación, en el centro de El Cairo.Y es que los opositores al régimen no piensan rendirse, pese a que el Presidente se aferra al poder. Los manifestantes que desde hace casi dos semanas ocupan la plaza siguen allí sin ninguna intención de abandonar su protesta.