Prensa Latina
El Cairo, 26 feb (PL) Soldados del Ejército de Egipto dispersaron por la fuerza y con acciones intimidatorias a manifestantes concentrados la pasada madrugada en la plaza Tahrir de esta capital, denunciaron hoy activistas del movimiento juvenil que derrocó a Hosni Mubarak.
Los efectivos de las Fuerzas Armadas hicieron disparos al aire con balas reales, utilizaron fusiles de descargas eléctricas (táser) y bastones para desalojar la emblemática zona de El Cairo donde desde las primeras horas del viernes tuvo lugar una manifestación pacífica.

«Acabó la luna de miel (supuesta entre los militares y la población civil egipcia), agredieron con fuerza», dijo a Prensa Latina Ashraf El-Helaly al describir la actitud violenta de los uniformados, que habían mostrado contención durante los 18 días de protestas contra Mubarak.

El joven relató que varias decenas de soldados entraron a la plaza, que habitualmente vigilan desde las calles de acceso, dispararon a las farolas y arremetieron contra quienes seguían hasta altas horas de la noche exigiendo la renuncia del primer ministro, Ahmed Shafiq.

Cientos de activistas se habían concentrado en Tahrir y frente a la cercana sede del parlamento egipcio, algunos con tiendas de campaña, pese a la presión del Ejército para que se marcharan y poder reabrir esa zona de la ciudad a la circulación vial.

Según otro joven identificado como Mohamed, pasada la medianoche los uniformados y agentes vestidos de civil con el rostro cubierto con pasamontañas derribaron tiendas de campaña y golpearon con bastones, haciendo correr a los manifestantes hacia calles aledañas a la plaza.

Cientos de miles de egipcios habían repetido en un ambiente festivo y de solidaridad la conmemoración de las dos semanas de la caída del anterior presidente y, además, reiteraron las presiones a la Junta Militar para que emprenda las reformas políticas prometidas.

En ese sentido, muchas pancartas tenían la consigna de que «el pueblo demanda la renuncia de Shafiq», nombrado por Mubarak días antes de ceder el poder al Ejército, así como otras en reclamo de la derogación de la ley de emergencia y en solidaridad con Libia.

Shafiq encabeza el gabinete interino, pese a una remodelación hecha a comienzos de esta semana que incluyó 11 nuevos ministros, pero mantuvo a los titulares de Relaciones Exteriores y de Justicia que, como él, tuvieron estrechos vínculos con Mubarak.

Los protestantes recordaron a los gobernantes militares que cumplieran sus promesas de proteger al país de una «contrarrevolución» que aborte lo conseguido durante las protestas, y de garantizar que Egipto «no volverá al pasado».

Testimonios recogidos por medios locales y regionales también reflejaron fuertes críticas de egipcios a la Junta Militar a la que, pese a las medidas adoptadas, muchos acusan de mantener un poder afín al depuesto jefe de Estado.