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El Canciller argentino JorgeTimerman declaró que el Gobierno del alcalde porteño, Mauricio Macri, envió policías de la Metropolitana a capacitarse en “técnicas golpistas” y “cursos de tortura” en “una escuela de El Salvador, sucesora de la Escuela de las Américas (que entrenaba militares), que está financiada por Estados Unidos”. Así hizo referencia a la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (ILEA, por sus siglas en inglés), en la que participan como alumnos policías, jueces y fiscales de diferentes países del mundo, capacitándose en el combate al lavado de dinero, al tráfico de drogas y al terrorismo, entre otros temas.

Según el ministro, en El Salvador se están capacitando cuatro oficiales,  filtrándose la información que dos pertenecen a la Policía Federal (Subcomisario Cecilia Murphi y Principal Daniel Crudo), uno de la Bonaerense (Principal Oscar Alarcón) y otro de la Metropolitana (Cabo Inspector Pablo Subiza).

En la edición 2011 del curso sobre seguridad y terrorismo dictado por ILEA para Sudamérica participanrán ocho policías de Perú, ocho de Brasil, ocho de Chile y cuatro de Argentina, según informó una fuente cercana al jefe de la Metropolitana, según afirmó el ministro de seguridad de macri, Eugenio Burzaco.

La International Law Enforcement Academy (ILEA) en El Salvador, adonde viajarían a capacitarse policías argentinos, fue creada por Bill Clinton en 1995.


Desde la página de Internet de ILEA se asegura que su objetivo es “apoyar la construcción de la institucionalidad de la justicia penal y fortalecer las relaciones en la comunidad del cumplimiento de la ley en la región”. La capacitación, agregan, se centra en “los crímenes transnacionales, derechos humanos y el estado de derecho, con énfasis en el tráfico de drogas, trata de personas, terrorismo, lavado de dinero y otros crímenes financieros”.

La academia se estableció en varios países tras convenios bilaterales entre el gobierno de los EE.UU. El primero fue Hungría. Desde 2005, instalada en El Salvador, entrenó a 15 argentinos, y a otros 93 en su sede de Lima. Unos 2.172 alumnos sudamericanos en total. El programa publicado en su Sitio Web incluye cursos anti-pandillas, de investigaciones post-explosión y de precursores químicos, entre otros.

Las sospechas nacieron en EE.UU. El organismo de derechos humanos School of Americas Watch (SOAW) había denunciado que la ILEA era una “escuela de asesinos”. Lo hizo en 2005 a través de su Sitio Web, en el que su fundador, el reverendo Roy Bourgeois, aseguró que esta academia significa “un retroceso en términos democráticos” y “un camino para seguir controlando a Latinoamérica”.

 

Otra denunciante fue la organización estadounidense Comité en Solidaridad con el Pueblo de El Salvador (CISPES), que acusó en 2007 a la ILEA de falta de transparencia y pidió al Congreso de los EE.UU. que le cortara el financiamiento.