Patria Grande
Estados Unidos acompañó a Hosni Mubarak en su travesía como dictador en Egipto. Lo respaldó y consideró un aliado estratégico, Mubarak servía fielmente a los intereses de Washington y a los de Israel. Ahora, luego de su derrocamiento, Wahington hace borrón y cuenta nueva y lo tachó de su lista de amigos.
Cuando el Medio Oriente es sacudido y las grandes agencias informan sobre manifestaciones en Irán, contra un gobierno al que EEUU considera un enemigo, la Secretaria de Estado, Hillary Clinton afirma: “Queremos para la oposición y el pueblo heroico en las calles de las ciudades de todo Irán las mismas oportunidades que alcanzaron sus homólogos egipcios la semana pasada”. El pueblo egipcio derrocó a un Mubarak que no era más que un títere de Washington, su situación nada tiene que ver con la de Irán.
Clinton llamó a Irán a “abrir” su sistema político, mientras sus mandos militares se reúnen con el rey de Jordania, una monarquía aliada, para la que no hay reclamos de apertura democrática.