Existen círculos influyentes en EU que sostienen que el asesinato de Chávez dejaría a sus seguidores divididos, produciría la muerte del ALBA y debilitaría a la Unión de Naciones de América del Sur, UNASUR como también a otras alianzas. En Cuba, la anunciada reforma de Raúl Castro tendría que aplicarse en condiciones mucho menos favorables, sin el actual descuento en el suministro de petróleo de parte de Venezuela. En cuanto a Venezuela, la muerte de Chávez podría impulsar hacia el poder a una catervada de políticos ávidos de alcanzar a toda costa los favores de Washington, como por ejemplo, con grandes concesiones en el ámbito de las políticas petroleras. Posiblemente tratarían de aislar a Venezuela de los rivales geopolíticos de Washington, tales como Rusia, China y Belarús, eliminar la exploración espacial de la república y los programas de energía atómica y sobre todo, hacer que Venezuela se olvide del Socialismo del Siglo XXI de Chávez.
Asesinar a un político como Chávez, tan popular entre las filas de la izquierda y de los movimientos nacionalistas es, desde todo punto de vista, un plan riesgoso. Chávez sostiene que si él es asesinado, eso sería sin duda alguna, por orden de Washington y América Latina entonces enfrentaría un siglo de guerra anti-imperialista. Se sabe que Chávez ha sobrevivido por lo menos a cien atentados contra su vida. Rutinariamente se conseguía a francotiradores en las cercanías de donde Chávez asistiría a concentraciones. Se han confiscado lanza-granadas supuestamente para atacar la aeronave de Chávez y criminales por encargo que habían sido contratados entre los grupos paramilitares de Colombia, han sido arrestados por hacer seguimientos al líder de Venezuela.
Chávez relató como conoció a algunos militares norteamericanos durante su carrera en el ejército. En el mes de julio de 1990 el presidente Carlos A. Pérez ascendió a Chávez al grado de coronel mediante un decreto personal y los agentes operativos de inteligencia de la misión militar norteamericana estuvieron entre aquellos que lo felicitaron.
Por supuesto que el estudio de la personalidad de los oficiales venezolanos, con el ojo puesto en futuras colaboraciones, era parte de las obligaciones de los operativos de inteligencia norteamericanos. Desde entonces Chávez no ha vuelto a encontrarse con oficiales norteamericanos. Tal vez él actuaba de manera demasiado independiente y eso no gustaba. Al año siguiente, Chávez ascendió a comandante de una brigada de paracaidístas que tomó parte en el alzamiento armado.
En una entrevista con CubaDebate, una mujer (N) que trabajó para el servicio de inteligencia venezolano, dijo que en un principio ni el gobierno venezolano ni la embajada de EU tomaron con seriedad el interés de Chávez por la política. Él y sus compañeros fueron condenados por los tribunales y fueron a la cárcel luego de los acontecimientos del 4 de febrero de 1992 siendo liberados dos años más tarde, cuando el presidente Caldera les concedió una amnistía.
En el año 1994 Chávez visitó países latinoamericanos para desarrollar nexos con partidos y agrupaciones políticas ideológicamente afines. Los pilares de su programa eran el nacionalismo, el patriotismo y el legado teórico de los grandes venezoalnos Bolívar y Miranda quienes liberaron el país del colonialismo español. En el mes de diciembre de 1994 Chávez visitó Cuba donde Fidel, consciente del potencial político de su huésped venezolano, lo esperó justo en el aeropuerto.
(N) dijo que el viaje de Chávez a Cuba puso a la CIA a observar a “este político marginal.” Colaborando con su socio mayor, la policía secreta de Venezuela, DISIP escudriñó los contactos de Chávez, sus proyectos, su programa y especialmente sus vínculos cubanos, pero, no logró desentrañar nada que pudiera comprometerlo. Chávez era una figura independiente y carecía de apoyo exterior. Durante bastante tiempo el argentino Norberto Ceresole se mantuvo como su único asesor extranjero.
Chávez tomó prestada de Ceresole su fórmula “el líder + el ejército + la nación” que resultó instrumental en la ascensión al poder del líder populista.
Ceresole también introdujo a Chávez en el ámbito de la conspirología. Él fue el hombre que le explicó los conceptos de la oscura plutocracia y las misteriosas actividades del B’nai Brith, el Club de Bilderberg y otras organizaciones parecidas. Eventualmente Ceresole fue deportado de Venezuela, evidentemente a resultas de la presión ejercida por la CIA y el Mossad.
En las elecciones del año 1998 la CIA decidió apoyar al rival de Chávez, Enrique Salas Romer. Chávez ganó con el 56,2 por ciento de los votos contra 40 por ciento, causándole a Washington otro dolor de cabeza, Desde el inicio de la presidencia de Chávez, las reformas populistas encontraron una resistencia abierta de parte de la oposición y estas han sido minadas secretamente por la quinta columna dentro del propio campo de Chávez. La CIA metió dinero en cantidades en conspiraciones dentro del ejército venezolano. Estas actividades culminaron en el golpe del 11 al 13 de abril del 2002 pero la oleada de apoyo popular ayudó a Chávez a retomar y fortalecer su condición presidencial. Él tiene planificado participar en las elecciones del 2012 lo cual enfurece al imperio y a la oposición interna.
Durante el año 2010 y comienzos de este, el posible asesinato de Chávez se convirtió en un tema recurrente en los medios opositores de Venezuela. Uno llega a la conclusión que se está educando a la poblalción para pensarlo como algo inevitable y la situación pareciera cada vez más como un juego computarizado.
Recientemente un ingeniero de una compañía eléctrica del estado, puso en la Red un retrato trucado de Chávez asesinado con su rostro destrozado por las balas. Los medios continuan transmitiendo declaraciones en el sentido que “el país necesita alguien que los salve del tirano”. Semejantes instancias son elementos típicos de los programas a largo plazo de la CIA –un fanático con un arma o una bomba podría ayudar a la agencia ver su sueño hecho realidad.
Chávez acusó al gobierno norteamericano de instigar los ataques terroristas en su contra y en realidad sobran las evidencias. La CIA opera un campo de entrenamiento en Florida, EU donde los potenciales asesinos hacen ejercicios. El banquero Guillermo Zuloaga es una figura clave en la conspiración –él inició una campaña de recolección de fondos para pagar a los terroristas. Zuloaga huyó hacia Miami cuando el gobierno venezolano abrió una investigación en torno a sus transacciones financieras ilegales y a su complicidad en el asesinato de Anderson, quien había iniciado una investigación privada sobre el golpe de estado de abril del 2002.
Según Chávez, a los posibles asesinos se les prometió 100 millones de dólares por la operación– sorprendentemente poco, considerando el valor neto de las reservas de petróleo y gas de Venezuela.
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Traducción desde el inglés por
Strategic Culture Foundation Sergio R. Anacona