Así lo señaló Fernando Buen Abad, profesor de Filosofía de la Comunicación en la Universidad Nacional de México, al tiempo que resaltó que la periodista «es un referente que confirma que el periodismo independiente está siendo perseguido en este país».
En este hecho- señaló Buan Abad refiriéndose al despido de Aristegui- se expresan muchas de las preguntas que debemos hacernos permanentemente sobre cuál es la realidad y cuál es la urgencia que tenemos en nuestros países de América Latina por transformar esta situación de monopolios y latifundios mediáticos donde se maneja la información de forma unilateral y antidemocrática.
«Debemos preguntarnos hasta dónde la represión y la censura son capaces de llegar por el simple hecho de haberle hecho una pregunta al Presidente de la nación, una pregunta que tiene que ver con su salud y que es de interés periodístico, moral y antropológico para el pueblo», destacó el filósofo.
«Por esa razón fue sancionada, con el argumentó de que violó la norma ética de la radiodifusora donde ella trabajaba, una norma de la cual no se ha hablado y que es una mentira más para justificar el despido de esta gran periodista», denunció Buen Abad.
Asimismo, informó que la comunidad intelectual y periodística ya ha expresado su solidaridad con Aristegui, y han apoyado su decidida actitud de ser una comunicadora seria y comprometida con la verdad.
Aristegui invitó al presidente mexicano, Felipe Calderon, a desmentir o confirmar un supuesto problema de alcoholismo que en la actualidad se le atribuye.
«Estamos esperando que se pronuncie y haga publica su posición, para ver hasta donde podemos ayudar a convertir este acto de censura en un episodio de debate y profundización del problema de fondo que es la inexistencia de la libertad de expresión en México», señaló el filósofo.
Finalmente, subrayó que en su país se requiere con urgencia medios de comunicación democráticos, públicos y que emerjan del pueblo.