“Los disturbios y las revoluciones en los países árabes de que somos testigos son la realización de un proyecto global de EEUU conocido como Nuevo Oriente Próximo. Su primera fase fue Iraq, luego siguió el Líbano. Desde 2011 comienza una nueva etapa, cuya realización llevará al menos un decenio”, dijo la legisladora y periodista Samira Rajab.
En su opinión, EEUU pretende debilitar a los regímenes dictatoriales de la región e introducir grupos opositores en los Gobiernos.
“En Egipto, empieza a jugar un papel protagónico el movimiento Hermanos Musulmanes. Al país lo espera la confrontación y la lucha por el poder. En Bahrein, cuando terminen los acontecimientos actuales, como tal, se impondrá el partido chiíta, probablemente. EEUU planea debilitar a los países árabes, crear allí un ambiente de constante tensión, con el fin de tener pretexto siempre para inmiscuirse”, sostiene Rajab.
Las protestas de la oposición chiíta, en las que participan miles de personas, continúan durante once días seguidos en la plaza de la Perla de la capital, Manama. La víspera, a esa acción se unieron decenas de presos políticos excarcelados e indultados por un decreto del monarca de Bahrein.
Los manifestantes, musulmanes chiítas en su mayoría, a los que corresponde el 75% de la población, exigen gozar de mayores derechos en el país gobernado por los sunitas. Las autoridades intentaron aplastar las protestas con el empleo de la fuerza. Seis personas perecieron y centenares recibieron heridas en los choques con la policía. En la capital entraron tropas. La plaza de la Perla fue bloqueada por carros blindados.
Más tarde la dinastía gobernante cambió de táctica. El príncipe heredero de la corona Salman ben Hamad al Jalifa dio la orden a los militares de abandonar los barrios residenciales de la capital e instó a entablar diálogo con la comunidad chiíta. El domingo pasado, el Gobierno anunció el comienzo del diálogo nacional.
Pero los manifestantes de Bahrein prometieron organizar la escalada de protestas si el Gobierno no dimite este jueves. Se espera que exhorten a declarar la huelga general, que podría comenzar el próximo lunes.