No podemos aceptar el riesgo de que se aproveche de modo oportunista esta trágica situación para satisfacer apetitos intervencionistas, arrebatarle al pueblo libio su soberanía y apoderarse de sus recursos, afirmó el representante permanente del CDH en Ginebra, Rodolfo Reyes.
Alertó sobre los planes de una intervención militar humanitaria, «a la cual nos oponemos porque, en lugar de resolver la situación, la complicaría aún más y podría tener otras graves implicaciones».
Dijo en una declaración oficial remitida al Presidente del organismo que Cuba denunció desde el primer momento los planes de ocupación de Libia y rechaza categóricamente cualquier maniobra que favorezca tales propósitos.
Con seguridad, el pueblo libio se opone a toda intervención militar extranjera, agregó el embajador cubano.
A todos nos preocupa la pérdida de vidas humanas y los daños provocados a la población civil por el conflicto que hoy se desarrolla en Libia. Nadie que actúe con honestidad puede estar de acuerdo con la muerte de civiles inocentes, lo que rechazamos de manera tajante en cualquier lugar del mundo que suceda, indica la declaración ante el CDH.
En cuanto a las noticias que difunden medios de prensa en el mundo sobre los acontecimientos en Libia, Reyes denunció que algunos políticos y medios de prensa norteamericanos están incitando a la violencia, a la agresión militar y a la intervención extranjera.
La información, apuntó el diplomático cubano, aparece de manera fragmentada, en muchos casos divergente y hasta se detecta el esfuerzo por usarla con el ánimo de incitar a una mayor desestabilización, que puede redundar en más daños y pérdidas de vidas.
Deseamos que el pueblo libio logre una pronta solución pacífica y soberana a la situación allí creada, sin ningún tipo de injerencia ni intervención extranjera, que garantice la integridad de la nación Libia, subrayó Reyes al expresar la posición del Gobierno cubano.
El representante permanente de la isla ante el CDH manifestó, por otra parte, el desacuerdo de Cuba con la inclusión en la resolución 60/251 de la cláusula de suspensión de membresía de una Estado en dicho organismo «por constituir un nefasto precedente para la cooperación en materia de derechos humanos».
Según el embajador cubano, su empleo abrirá las puertas para quienes buscan legitimar ese mecanismo de exclusión con el fin de utilizarlo selectivamente contra aquellos países que disienten de sus patrones.