
Entre los productos que Narus oferta, destaca uno llamado Hone, que es capaz de filtrar paquetes de datos en la red y encontrar cuentas aisladas en redes sociales para relacionarlas con sus conversaciones por teléfono mediante voz por IP o identificar la voz de una persona para asociarla con sus diferentes números de teléfono. Además de Egipto, Narus también vendió su tecnología a otros regímenes árabes, como el de Pakistán, India o Arabia Saudí.
Cuando la empresa en cuestión ha sido preguntada por la prensa, se ha cerrado en banda. Periodistas estadounidenses del San Francisco Chronicle y el Seattle Times han visto como Narus rechazaba responder a sus preguntas. También Al Jazeera se ha quedado con las manos vacías. La cadena árabe primero lo intentó mediante una carta y, ante la falta de respuesta, mandó un equipo con cámaras a la sede de la compañía. Se quedaron en la puerta.