Carlos Jaime Fajardo (*) / Revista Viento del Sur
La aplaudida seguridad democrática por parte de excandidatos presidenciales, grandes medios de comunicación y un sector de la opinión pública, ha mostrado en los últimos días algunos engaños, que comprueban las versiones de quienes se manifestaron críticos de esta. Ya se ha mencionado hasta el cansancio que guerrilleros presentados muertos en combate, eran humildes jóvenes asesinados para mostrar como un triunfo la mencionada política.
A pesar de las denuncias sobre la inseguridad para transitar y pensar, se decía que se podía viajar por cualquier parte del país, pero con el asesinato en enero pasado en Córdoba, de dos estudiantes de la Universidad de los Andes, se difundió que tal situación no era verdad, a tal punto que se ratificó que los grupos herederos del paramilitarismo, mantenían el control territorial en diferentes partes del país.
Además, en la última semana se conocieron otras irregularidades. En primer lugar, llama la atención el caso de la desmovilización de un “frente guerrillero”, en el 2006, denominado Cacique La Gaitana, compuesto por 62 integrantes, mostrado por el gobierno anterior y los medios de comunicación, como un triunfo militar de dicha política; sin embargo, ahora se sabe que todo fue un engaño, por parte de un narcotraficante apodado Olivo Saldaña, que entrenó hombres, compró uniformes y armamento para tal fin.
Otro caso, que se debe citar es lo relacionado con la “operación jaque”, presentada como la gran hazaña del gobierno, incluso con película incluida, pero que con la difusión de los correos de WikiLeaks, se supo que había mediado un acuerdo entre alias “Gafas” y alias “César”, con el gobierno, por eso no se disparó ni un solo tiro, como se elogió el rescate.
Aún no se sabe que otras mentiras se dijeron, lo cierto es que ni la seguridad ni la democracia, han sido logros para la mayoría de los colombianos, lo que pone de manifiesto que los pregoneros de tal bandera, son embaucadores a quienes hay que cuestionar.